Lionel Messi y Cristiano Ronaldo quedaron a deber el martes en el duelo entre sus selecciones, que terminó con una victoria de Portugal 1-0 sobre Argentina con un gol en los descuentos.
Raphael Guerreiro marcó de cabeza en tiempo de reposición, en una de las pocas acciones de peligro durante el partido disputado en el estadio Old Trafford, donde Cristiano jugó seis temporadas con el Manchester United antes de irse al Real Madrid.
Messi y Cristiano sólo jugaron el primer tiempo, y el astro argentino del Barcelona tuvo la mejor oportunidad de gol al estrellar un balón en un poste a los 11 minutos.
Muchos asistentes al graderío habían pedido evidentemente el interés por el encuentro cuando llegó el gol.
Guerreiro, quien entró en el segundo tiempo, remató de cabeza un centro de Ricardo Quaresma en el primero de los dos minutos de descuento.
«No nos gusta el resultado, pero fue un muy buen partido para Argentina», sintetizó el técnico albiceleste Gerardo Martino. «Creo que hicimos los méritos necesarios para ganarlo».
Estacionado en la banda derecha, Messi sólo dio destellos de la genialidad que lo suele acompañar con el Barcelona. La presencia de Cristiano fue incluso más discreta.
«No se nos dio el resultado pero hay muchas cosas para rescatar», aseguró Messi. «Más allá de la derrota, creo que jugamos bien y vamos por buen camino. De a poco nos vamos adaptando al juego que pretende el técnico y eso es lo más importante».
Salvo por un pase hacia atrás en el mediocampo y un disparo por encima del travesaño, el astro del Madrid apenas se hizo notar.
Se recordará también de su actuación un disparo fallido, en el que terminó golpeando con el pie derecho el abdomen del centrocampista argentino Lucas Biglia.
No fue una noche donde las dos estrellas rivales hicieran gala de su talento, y los abucheos resonaron al comienzo del segundo tiempo, cuando se anunció por los altavoces que ninguno de los dos volvería a la cancha.