Hasta 800.000 parejas han solicitado tener un segundo hijo en China en los seis meses posteriores al pasado marzo, cuando se implementó en la mayoría de las ciudades del país la relajación de la política de planificación familiar, indica hoy la agencia Xinhua.
Esa cifra es la que preveían las expectativas del Gobierno, según la Comisión Nacional de Salud y Planificación Familiar, organismo que en septiembre ya desveló que alrededor de unas 20.000 parejas de Pekín habían sido autorizadas a tener un segundo descendiente.
El Partido Comunista chino (PCCh) decidió el año pasado relajar la medida y permitir un segundo vástago a las familias en las que uno de los cónyuges carezca de hermanos, debido al rápido envejecimiento poblacional y a la escasez de mano de obra, entre otros factores.
Antes, esta excepción sólo se ofrecía si tanto el padre como la madre cumplían el requisito.
La polémica ley del hijo único fue instaurada en China a finales de los años 70 y principios de los 80 por el PCCh con el objetivo de frenar la superpoblación en el que hoy es el país con más habitantes del mundo.
La comisión encargada de la planificación familiar en el país asiático también desveló hoy el número de población migrante en China, que alcanzó las 245 millones de personas a finales de 2013, más de un sexto de la población total.
Según un informe del organismo, al que ha tenido acceso Xinhua, la edad media de las personas que emigran del campo a las ciudades está aumentando y la mayoría de ellos suelen ser campesinos que se trasladan a las urbes a abrir pequeños negocios o proveer mano de obra barata con la esperanza de conseguir una vida mejor.
En el documento también se indica que alrededor del 62 por ciento de los hijos de las parejas emigrantes acompañaron a sus padres.
EFE