El sondeo reveló que un 28 % cree que los principales responsables son el exalcalde de Iguala José Luis Abarca y su esposa, María de los Ángeles Pineda, detenidos el 4 de noviembre en la capital del país como presuntos autores intelectuales de lo ocurrido el 26 de septiembre.
A la pareja se le acusa de tener vínculos con el cártel Guerreros Unidos, también implicado en la desaparición y presunto asesinato de los estudiantes en una noche en la que además seis personas murieron y 25 resultaron heridas en ataques a tiros perpetrados por policías.
El 17 % de los entrevistados responsabilizó al Gobierno de Guerrero, cuyo titular Ángel Aguirre se vio obligado a renunciar a fines de octubre por las protestas que generaron los hechos violentos, y un 9 % a las autoridades estatales.
Solo un 5 % atribuyó lo ocurrido al narcotráfico, la mafia o a Guerreros Unidos, mientras que un 2 % señaló a políticos o un partido.
Como autores materiales de la desaparición, un 57 % identificó a la Policía de Iguala, un 49 % a una banda del crimen organizado, un 26 % a agentes del estado de Guerrero y solo un 16 % a la Policía Federal.
La encuesta reveló, además, que un 74 % no cree en los avances de la investigación del caso, que apunta a que los estudiantes fueron asesinados e incinerados en un basurero del municipio de Cocula, vecino a Iguala.
Asimismo, un 68 % opinó que los alumnos de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa fueron asesinados, como aseguran tres miembros de Guerreros Unidos detenidos, mientras que un 24 % confía en que están vivos.
Los entrevistados señalaron que el Gobierno federal ha trabajado más que el de Guerrero para hallar a los desaparecidos, aunque estimaron que los esfuerzos de ambos niveles han sido insuficientes.
EFE