Asimismo se expresó seria preocupación acerca de la larga lista de abusos de los Derechos Humanos cometidos por el Norte, como la tortura, violaciones, ejecuciones públicas, detenciones extrajudiciales y arbitrarias y campos de prisioneros políticos
El comité de la Asamblea General de la ONU ha aprobado una resolución que requiere que Corea del Norte sea remitida al Tribunal Penal Internacional (TPI) por sus graves violaciones de los derechos humanos.
«La Asamblea General decide… tomar medidas apropiadas para garantizar la rendición de cuentas, incluso a través de la consideración de la remisión de la situación en la República Popular Democrática de Corea (Corea del Norte) al Tribunal Penal Internacional y la consideración del alcance de sanciones específicas eficaces contra quienes parezcan ser más responsables», dijo la resolución, añadiendo que la Asamblea General condena las prolongadas, sistemáticas, generalizadas y flagrantes violaciones de los derechos humanos en Corea del Norte.
Asimismo, expresó su seria preocupación sobre la larga lista de abusos de los Derechos Humanos cometidos por el Norte, como la tortura, violaciones, ejecuciones públicas, detenciones extrajudiciales y arbitrarias y campos de prisioneros políticos; y urgió al país comunista a «respetar plenamente todos los derechos humanos y libertades fundamentales» y «poner fin de inmediato a las sistemáticas, generalizadas y graves violaciones de los derechos humanos».
El martes por la mañana, la Tercera Comisión rechazó una propuesta cubana para eliminar de la resolución el llamamiento para remitir a Pyongyang al TPI y reemplazarla, a cambio, con una cláusula que instase al diálogo sobre los derechos humanos entre Corea del Norte y otras naciones. Ese mismo día, la comisión aprobó la resolución con 111 votos a favor, 19 en contra y 55 abstenciones.
La aprobación por tal abrumadora mayoría casi garantiza su aprobación oficial en la Asamblea General de la ONU y representa una victoria para Occidente frente a Corea del Norte y sus partidarios.
La resolución será la 10ª que la Asamblea General de la ONU adopte sobre los derechos humanos norcoreanos desde 2005. Fue elaborada por la Unión Europea y copatrocinada por un récord de 60 países, entre ellos Estados Unidos, Corea del Sur y Japón, y deberá ser adoptada en una sesión plenaria.
Como copatrocinador de la resolución, Estados Unidos expresó su apoyo al informe final de la Comisión de Investigación (COI), publicado en febrero tras un año de investigación sobre los derechos humanos norcoreanos, en el que se recomendaba la remisión de Corea del Norte al TPI por sus «crímenes de lesa humanidad».
Corea del Norte ha reaccionado vehementemente a la resolución. Choe Myong-nam, uno de los diplomáticos de la misión norcoreana ante la ONU, dijo, tras la votación, que su país rechaza la resolución y su aprobación demuestra que Corea del Norte ya no precisa mantener diálogos con la comunidad internacional. Asimismo, antes de la votación, Choe calificó la resolución como una campaña indignante e irrazonable sobre los derechos humanos organizada por Estados Unidos y sus adeptos y amenazó con que la medida obliga a su país a no abstenerse más de realizar pruebas nucleares.
Pyongyang se había esforzado para atenuar la resolución, ofreciéndose a invitar al relator especial de los derechos humanos de la ONU a visitar el país a cambio de eliminar la remisión al TPI.
A pesar de la aprobación de la resolución, son pocas las probabilidades de que Corea del Norte sea remitida realmente al TPI, debido a que las resoluciones de la Asamblea General de la ONU no son jurídicamente vinculantes y a que es poco probable que el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas apruebe la resolución, dado que, seguramente, China ejercitará su poder de veto contra ella.