Pese a la presión que ejercieron en la entrada de la empresa, llegadas las horas de la tarde, no se recibió ninguna respuesta por parte del patrono, de acuerdo a lo afirmado por el grupo que protestó contra la situación
Contratados de la constructora Obedrecht, ubicada en el sector Plaza Sucre de la ciudad de Guarenas, se apostaron desde las 9:00 am de este jueves a las puertas de la empresa, para exigir respuestas por las desmejoras salariales y liquidaciones que dicen haber sufrido el personal de manera arbitraria en el ultimo año.
Los contratados de Obedrescht quienes laboran para la contratista Aldea servicios integrales, mediante una protestas manifestaron su inconformidad por la situación actual en la que se encuentran.
«Ahora que va a acabar el año, en vez de recibir mejoras en nuestro contrato, sólo hemos recibido malos tratos y nos pretenden liquidar sin indemnización alguna,» comentó uno de los afectados, identificado como Eliécer Tomas.
Pese a la presión que ejercieron los trabajadores en la entrada de la empresa, llegadas las horas de la tarde, no se recibió ninguna respuesta por parte del patrono, «En esta oportunidad, la compañía hace oídos sordos a nuestras peticiones, nos quieren hasta quitar la semana de trabajo, pero las acciones seguirán, y si es necesario nos dirigiremos a Miraflores para exigir el cumplimiento de la ley, no pueden violar nuestra inamovilidad laboral» dijo Tomas.
Alrededor de 90 trabajadores son los afectados , los cuales también demandan el pago de equipos de trabajos y ropa adecuada para laborar, «Nosotros hemos traído martillos, sierras y otros equipos nuestros, debido a la falta de suministros y la empresa no nos los quiere pagar» expresó Antonio José Guerra, otro de los trabajadores afectados.
Maltratos psicológicos…
Además de las desmejoras salariales, y despidos injustificados, los contratados de la constructora Obredecht, denuncian que la ciudadana Niurka Sandoval, quien trabaja en el departamento de recursos humanos de dicha empresa, a maltratado verbal y psicológicamente a varios trabajadores, «Esa señora un escrito que llevamos nos lo rompió en la cara, como muestra de desprecio a nuestra petición de respuestas» finalizó Guerra.
Naila Morillo L.
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