El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha pedido a sus ministros que le presenten una propuesta para cortar los gastos suntuarios de los ministerios y rebajar sueldos y salarios de los altos cargos de su Gobierno. En este grupo se incluyen el propio jefe del Estado, los viceministros y los directivos de empresas del Estado. El gobernante, que es muy dado a nombrar grupos de trabajo para resolver lo sobrevenido, ha anunciado la creación de una Comisión Presidencial para la Racionalización y Reducción de Gasto, así lo publica El País.
Es la primera medida que toma el Gobierno para enfrentar las difíciles perspectivas económicas. La última estrategia que intentaron para detener la caída del precio del petróleo –recortar la oferta de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), organización a la que pertenecen junto a otros grandes productores mundiales como Arabia Saudita- fracasó a mediados de semana, así que el Ejecutivo se ha visto en la necesidad de reestructurar sus finanzas. El 96 por ciento de las divisas que maneja este país provienen de sus exportaciones petroleras.
Diversos economistas señalan que para equilibrar sus cuentas y mantener el elevado gasto público, se necesita que la cesta venezolana se cotice a 120 dólares
Maduro sólo hizo una excepción: la inversión social –que incluye el financiamiento de las llamadas Misiones, los programas más apreciados por el chavismo- no disminuirá en 2015. “Ni un bolívar se va a tocar de las misiones, al contrario, es tiempo más bien de reorientarlas, optimizarlas y ampliarlas”, señaló el presidente durante la instalación del Consejo Presidencial de la Clase Obrera en Caracas.
El precio del barril de petróleo venezolano siguió cayendo este viernes y cerró en 68,08 dólares. Diversos economistas señalan que para equilibrar sus cuentas y mantener el elevado gasto público, que el chavismo ha convertido en su insignia durante su paso por el poder, se necesita que la cesta venezolana se cotice a unos 120 dólares. Ese escenario no luce probable en el corto plazo por dos razones: la desaceleración de la economía china y la producción de petróleo de esquistos en Estados Unidos, que ha provocado que Washington disminuya la importación de crudo.
Maduro, en todo caso, sigue aferrado a la esperanza de un repunte animado por la certeza de que por cada dólar que disminuye la cesta venezolana, el Estado deja de percibir unos 620 millones de dólares anuales. En total, los especialistas estiman que en 2014 tendrá entre 13.000 y 15.000 millones de dólares menos de ingreso que en 2013.
Esta caída ha tomado a Venezuela en uno de sus peores momentos. Con las reservas internacionales adelgazadas y con un aparato productivo nacional paralizado por políticas que desestimulan la inversión, cada vez se depende más de las importaciones públicas y privadas para satisfacer casi cualquier necesidad. Con menos dólares en sus alforjas tanto para entregar a los privados como para importar directamente alimentos básicos y materias primas, el Gobierno apuesta por tener más dinero para evitar que la escasez aumente y los servicios se sigan deteriorando.
Con información de El País