Durante décadas, Miami (EE.UU.) ha recibido distintas oleadas migratorias que han traído su legado cultural, artístico y culinario de sus países, entre ellos los venezolanos, que aportaron su acervo y su manera de ser, con la que dan más colorido a la ya diversa ciudad.
Para el actor, cantante y compositor venezolano Carlos Mata, en los últimos años ha habido una «explosión cultural tremenda» en Miami, debido a que en su país han «acabado con la industria de la televisión y ya están acabando con la industria del teatro».
«Toda la crema y nata artística se ha venido para acá (Miami) y tenemos que apoyarnos porque va a llegar un momento que vamos a tener más actores y actrices que público», dijo a Efe.
El popular actor de telenovelas como «Señora» o «Cristal» destacó la enorme oferta teatral venezolana de primera factura en Miami, que está contribuyendo a cambiar la tradicional imagen de una ciudad que es «solo playa, centro comercial y discotecas».
Coincidió con Mata el reconocido cantautor venezolano Juan Carlos Pérez-Soto, que apuntó que Miami es un nuevo polo de desarrollo para los músicos venezolanos.
«Vine hace 17 años y en el fondo pensamos que íbamos a regresar en cualquier momento, pero cuando la gente comienza a echar raíces y se relaja, todo lo que trajo de su país lo expresa», dijo a Efe Pérez-Soto, quien en los años 80 y 90 triunfó junto a Fernando Osorio en el dúo Fernando y Juan Carlos.
Además del ya tradicional festival de la independencia venezolana, que se realiza en julio con motivo de las fiestas patrias, es habitual disfrutar de conciertos con afamados músicos y cantantes de ese país.
Este empuje musical se nota también en el arte plástico, y recientemente se realizó por primera vez el Venezuelan Art Festival, evento que surgió en Nueva York en 2010, pero que, según su directora, Mafer Rodríguez, decidió ampliarse a Miami por el aumento de oferta artística venezolana en esa ciudad.
«En los últimos años ha emigrado hacia Miami el mayor número de artistas venezolanos en la historia de nuestro país. Creo que éste es el más importante aporte, si se busca el lado positivo del éxodo obligatorio al que nos hemos visto sometidos, un gran capital artístico que existía y hacía vida en Venezuela, hoy hace vida en Miami».
Para Rodríguez, uno de los aportes más sobresalientes se ha realizado en las artes plásticas: «Se está exponiendo con mucho éxito a muchos artistas venezolanos en las galerías más importantes de Florida».
En su opinión, el venezolano no era persona de emigrar antes de la llegada al poder del expresidente Hugo Chávez en 1999, por eso ha tenido que intentar adaptarse a vivir como inmigrante.
«Si hay algo bueno que estamos sacando de todo esto es que el mundo está conociendo el gran talento que siempre ha habido en Venezuela«, dijo a Efe.
«Miami es en este momento la vitrina de exhibición más importante del talento venezolano», opinó.
Para la actriz colombiana y directora del Teatro Trail Marisol Correa, responsable en gran parte del reciente auge del teatro hispano en Miami, el venezolano es una «persona que viene con una cultura teatral muy desarrollada».
«Tengo dos y tres ofertas semanales de grupos de teatro que quieren venir a Miami, que llenan las salas allá pero tienen que esperar semanas a que tengan disponibilidad en el teatro de nuevo. Todos nos ufanamos de tener buen sentido del humor, pero en Venezuela hay un semillero de comediantes».
Es así como en Miami han triunfado comediantes que son críticos al Gobierno de su país como Luis Chataing, Laureano Márquez, Emilio Lovera o George Harris, entre otros.
Pero estos conocidos nombres de la cultura y los medios de comunicación venezolanos son solo la punta del iceberg de una migración masiva que en su conjunto ha cambiado todavía más a esa urbe cosmopolita, rica y diversa que es Miami. EFE