El conjunto texano espera tener mayor competitividad en un futuro cercano, especialmente por sus figuras más jóvenes
El Salón de la Fama Bobby Cox recuerda la primera vez que vio jugar a George Springer. Sólo le tomó tres minutos para saber la clase de jugador que era. Un tipo de la talla de Cox puede ver cosas que otros no podrían ver.
Sí, Cox tiene ese don especial. Ha visto cosas que incluso la mayoría de sus colegas no han visto. Algunas veces cuando observa a un pelotero, toda una vida de experiencia entra en acción en cierta parte del cerebro, y ahí es cuando emerge un análisis instantáneo.
De cualquier forma, Cox supo inmediatamente que Springer era un chico especial, un pelotero diferente. Quizás era la forma en que la pelota salía de su bate. El sonido. La velocidad.
En aquella ocasión en ligas menores, cuando Cox vio a Springer por primera vez, el legendario extimonel de los Bravos de Atlanta recordó el nombre del chico. El muchacho generaba poder sin mucho esfuerzo. Se movía con facilidad.
Springer también tenía esa expresión facial, esa sonrisa constante, o lo que parecía ser una sonrisa. El chico simplemente disfrutaba de todo lo que hacía. Cox le dijo a otros que le había agradado bastante lo que había visto de Springer, que estaba ansioso por ver más del joven pelotero.
Cuando se piensa acerca de los Astros de Houston y lo mucho que estarán divirtiéndose en los próximos años, siempre se debe iniciar con Springer.
Los Astros cuentan con un talentoso núcleo de jugadores jóvenes. En camino al equipo grande tienen a una ola de prospectos que prometen: el antesalista Colin Moran, el intermedista Tony Kemp, el derecho Lance McCullers, etc.
Esto se asemeja un poco al equipo que tenían los Reales de Kansas City en 2010 o 2011. Los Reales contaban con tanto talento en su sistema que uno podía pronosticar que venían cosas bastante buenas.
La verdad no se sabe si los Astros van a ganar el banderín de la Liga Americana en los próximos años, pero no se debe tener duda alguna de que están bien cerca de convertirse no solamente en un buen equipo, sino en una escuadra que entretendrá a sus fanáticos.
Es por ello que Springer es importante. Lograr que la comunidad se reencuentre con su equipo, ganar siempre es importante. Los equipos gastan miles de dólares en slogans de mercadotecnia y trucos y todo eso. Todo eso ayuda de una u otra forma. Podría crear un impacto alrededor del club y tener a la fanaticada hablando y debatiendo.
Pero al final, lo pongan como lo pongan, la clave es ganar. Todo comienza ahí.
Richard Justice
mlb.com