Esta es la imagen que teníamos que ver después de los disturbios de la semana pasada.
Un niño negro de 12 años, con lágrimas en su rostro, y un oficial de policía blanco se abrazan en medio de una manifestación relacionada a Ferguson en Portland, Oregon.
La historia que hay detrás de la imagen es igual de conmovedora.
El niño, Devonte Hart, sostenía un cartel en el que ofrecía «Abrazos gratis» durante una protesta el martes por la decisión del gran jurado de no acusar al agente de policía de Ferguson, Darren Wilson. El sargento de la policía de Portland, Bret Barnum, se acercó a Devonte y extendió su mano. Barnum dijo que se acercó a Devonte
«no como un agente de policía sino solo como un ser humano» cuando lo vió llorando.
Devonte parecía inseguro de hablar al principio, pero Barnum dijo que rompió el hielo hablando de la vida, los viajes y las vacaciones de verano antes de pedirle un abrazo.
«La situación en sí es algo que los oficiales de policía hacen todos los días cuando salen a la calle y hacen contacto con los ciudadanos», le dijo Barnum a CNN.