El petróleo venezolano se desplomó esta semana con una brusca caída de 6,16 dólares y cerró este viernes en 61,92 dólares por barril, lo que representa una baja de 9% de su valor en relación a la semana anterior.
«Los precios de los crudos continuaron su tendencia a la baja afectados principalmente por una amplia oferta de crudo para abastecimiento en el corto plazo», señala el comunicado del Ministerio de Petróleo venezolano.
En la nota, además se explica que la caída responde a la decisión del Banco Central Europeo de «aplazar las medidas de estímulo adicionales a la economía de la zona euro».
Con este precio, el crudo se ubica a poco más de un dólar por encima del límite de los 60 dólares por barril con el que el gobierno venezolano calculó su presupuesto de 2015. Es además el valor más bajo registrado en los últimos cuatro años.
Venezuela, que cuenta con las mayores reservas petroleras del mundo, obtiene del crudo 96% de sus ingresos y la baja en los precios se produce en momentos en que el país es golpeado por una inflación anual de 63,4% (siendo agosto el último dato disponible), así como por la escasez de uno de cada cuatro productos y una aguda sequía de divisas.
A pesar de que el promedio anual del petróleo de este país sudamericano alcanzó los 91,17 dólares, estudios privados señalan que el déficit presupuestario ya supera el 19% del PIB y que el país necesitaría un precio del barril cercano a los 120 dólares para balancear sus cuentas.
Economistas calculan que por cada dólar que pierde el petróleo venezolano dejan de ingresar a su economía unos 700 millones de dólares anuales.
Venezuela, a través de su canciller y representante ante la OPEP, Rafael Ramírez, había pugnado en las últimas semanas por un recorte en la producción petrolera para apuntalar los precios del crudo, pero su propuesta no prosperó tras la reunión del cartel en Viena.
La brusca caída del petróleo en los últimos meses ha disparado el valor del dólar en el mercado negro, lo cual presiona al alza la inflación y la escasez.
AFP