Jairo Cuba: María Corina, una piedra en el zapato

Lo que se pretende con Machado, que ya se materializó con Leopoldo López, es silenciarla e impedir que siga recorriendo al país con su discurso opositor que exige la renuncia del presidente de la República
Lo que se pretende con Machado, que ya se materializó con Leopoldo López, es silenciarla e impedir que siga recorriendo al país con su discurso opositor que exige la renuncia del presidente de la República

El Gobierno, que tiene cosas mas importantes de las que ocuparse, como la crisis económica que se avecina, prefiere distraer a la opinión pública amenazando a tres dirigentes políticos, exacerbando el sentimiento de discordia entre los venezolanos

María Corina Machado ha comparecido ante la Fiscalía para ser imputada por un delito inexistente en un nuevo ejercicio por pretender silenciar a la disidencia.

En paralelo se pretende una antejuicio de mérito contra Ismael García y se obliga a Juan Carlos Caldera prácticamente a renunciar a su curul. Ya antes habían defenestrado a Richard Mardo.

El Gobierno no ceja en su intento persecutorio y su actitud de silenciar a quienes le hacen ruido como ha ocurrido con Leopoldo López quien está detenido víctima de un retardo procesal que no tiene ninguna explicación.
Se trata de una de las múltiples tácticas que se utilizan para mantener a raya a la disidencia y de lo cual algunos ya se han hecho eco.

Lo de María Corina, empero, parece una actitud obsesiva que ha generado diversas reacciones. Del lado opositor se le ha ofrecido una solidaridad tímida; y del otro se han buscado voceros descalificados para intentar desacreditarla como aquel célebre señor que intentó meternos un trapo rojo con el cuento de Montesinos.

El Gobierno, que tiene cosas mas importantes de las que ocuparse, como la crisis económica que se avecina, prefiere distraer a la opinión pública amenazando a tres dirigentes políticos, exacerbando el sentimiento de discordia entre los venezolanos.

La historia de la persecución y el manejo del sistema judicial nuestro ya es receptáculos de análisis extrafronteras con marcado énfasis en el ejercicio de los llamados poderes autónomos que frecuentemente se ensañan contra la disidencia sin que se conozcan juicios similares y en las mismas condiciones contra gente afecta al gobierno.
Tan solo se han visto algunos ejercicios como el ocurrido con el alcalde de Valencia que han obedecido mas a disputas internas por el control del Psuv que a la práctica de una justicia imparcial.

Lo que se pretende con Machado, que ya se materializó con Leopoldo López, es silenciarla e impedir que siga recorriendo al país con su discurso opositor que exige la renuncia del presidente de la República, luego de haber sido injustamente separada de su curul parlamentario ganado en buena lid, en contraste con otros del gobierno que alcanzaron a ser impuestos  a la AN por el dedo magnánimo de Hugo Chávez.

Desconocemos si la misión final es encerrar a María Corina Machado, pero ya el hecho de imputarla con testimonios inexistentes contribuye a crear repulsa generalizada por la manera parcial como se maneja la justicia en este país.
Esta afrenta, lejos de anularla, va a acentuar su posición frente al Gobierno. Ya lo ha demostrado porque bien pudo irse del país o manejarse discretamente en la Asamblea Nacional, sin embargo escogió el camino mas difícil que es enfrentarse en desigualdad de condiciones a un gobierno que no ha correspondido con las expectativas de los venezolanos.

Por otra parte llama poderosamente la atención que algunos factores opositores se hayan desmarcado discretamente de María Corina.

Muchos no comparten su posición y otros han cedido ante la presión y el chantaje y también hay quienes prefieren privilegiar sus apetencias personales.

Esas posiciones ambiguas desde luego hacen daño a una oposición marcadamente dispersa.
La novela de María Corina y el Gobierno entra en su fase culminante. Veremos si son capaces de ponerla presa o por el contrario se quedan en las amenazas para ver si logran neutralizarla.

La gasolina

El 2015 es un año de grandes decisiones para el Gobierno. Tendrá que ser audaz en el manejo de la crisis y confrontar con la adversidad con un petróleo por debajo de los 80 dólares por barril.

Ya se adoptaron diversas medidas impositivas que van a continuar incrementando los índices inflacionarios, aunque se supone que compensarán la caída del ingreso por la renta petrolera.

Sin embargo ello no basta. El gasto público requiere mas y no tiene otra opción que aumentar los precios de la gasolina, una decisión incómoda, pero inminente.

El gobierno, que ha sido muy audaz en el manejo de su política comunicacional ha venido preparando el escenario, incluso ha sugerido que este aumento se hará bajo una solicitud de la clase trabajadora, pero la cruda realidad indica que el golpe se hará sentir cuando el sector transporte reaccione pidiendo sus aumentos que desde luego afectarán al precio del transporte urbano, intraurbano y a los alimentos y a todo lo que conlleva la cadena que se hace de los usos del combustible, que por cierto, por estos días se ha visto escaso.

Esta es quizás la dificultad mayor que le tocará al gobierno y que se sumará a la bomba de tiempo que significan la inflación y la escasez.

Ojalá que frente a esta medida las alpargatas no sean víctima del contrabando de extracción, porque bailar joropo descalzo es cruel.
Muy cruel.

Suena Caracas

Ha sido muy criticado por algunos voceros de la oposición el festival Suena Caracas. Sin querer justificar la enorme cantidad invertida, estos eventos son importantes para las ciudades y permiten a sus usuarios disfrutar del mejor alimento para el alma que es la música.

Las críticas surgidas obedecen a que bien se pudo invertir este dinero en obras sociales, lo cual no deja de ser razonable, pero en este estado de descomposición de cosas es preferible que le hayan regalado a la gente estos días de música, a que este dinero haya ido a parar a las arcas de los chupasangres de oficio que han convertido a la corrupción en un oficio.

Suena Caracas es algo así como Rock al Parque de Bogotá y la iniciativa debe ser considerada para futuras oportunidades con el apoyo de la empresa privada, con ello se le quitaría el siempre imprudente sesgo político que se le quiere imprimir a estos eventos que son consolidados como parte del programa de Pan y Circo que promueve con éxito el gobierno nacional.

Con Suena Caracas se olvidó un poco el costo de las hallacas, la escasez y la inseguridad.
Veremos cómo amanece Caracas mañana una vez despierte de este sueño musical.
Veremos si la inversión valió la pena.

La página de Jairo Cuba
Jairo Cuba

Salir de la versión móvil