A diferencias de otros artistas, el boricua es sincero acerca de su relación con la fama.
Ricky Martin no intenta convencer a nadie de que crea su música sin ánimo de que se convierta en todo un éxito de ventas, ya que no encuentra nada vergonzoso en reconocer que es un “ególatra” que necesita escuchar los aplausos de su entregado público.
“Un artista que te diga ‘yo hago música para mí’ o ‘no me importa lo que digan’, está mintiendo porque somos unos ególatras terribles. Si nos subimos al escenario, es porque queremos ese aplauso, y estamos obsesionados con la aceptación del público”, declaró el portorriqueño en una entrevista en la emisora los 40 Principales Colombia, donde demostró que su ansia por agradar a sus fans no le impide mantener los pies sobre la tierra: “El día que te crees que te lo sabes todo en esta industria, ya perdiste. Siempre he dicho que si yo soy el más inteligente dentro del cuarto, algo está mal”.
Sin embargo, Ricky nunca ha permitido que su ambición profesional interviniera con sus responsabilidades como padre de los gemelos Matteo y Valentino (6), cuya estabilidad emocional y bienestar siempre han sido la prioridad número uno del cantante.
“Mis pantalones están hechos de velcro y mis hijos están pegados a mí, se vienen a todos lados conmigo. Es cierto que en estos momentos están en Puerto Rico con mis papás porque esta semana toca visitar una ciudad cada dos días. Además, también hace falta que estén en casa con los primos y con la familia, pero al final mis hijos vienen conmigo a todos lados”, aseguraba recientemente durante una entrevista al programa El Show de Omar y Argelia de la emisora Uforia Música.