Es muy probable que muchas de tus acciones cotidianas las desarrolles incorrectamente, incluso las más simples. Por eso es que hoy te vamos a contar algunas de esas cosas que haces mal todos los días.
Lavarse las manos: Lo más importante al lavarse las manos es usar agua y preocuparnos de limpiar toda el área. El jabón sirve y hay que usarlo, pero fregarse las manos una y otra vez, termina por dañar nuestra piel.
Defecar: Otra cosa que hacemos a diario y que —gracias a los baños modernos— realizamos de forma incorrecta, ya que nuestro cuerpo no está diseñado para sentarse en un retrete a defecar. Sentarse en el excusado, con los pies en el suelo y el cuerpo hacia adelante, hace que realicemos más fuerza que la necesaria.
Tener sexo: No está mal tener sexo, por supuesto, el problema está en la posición más común en que convencionalmente se practica: «la del misionero», que fue introducido por religiosos como forma de mantener una relación sexual lo más diferente posible que la de los animales. Los misioneros estaban equivocados, los humanos están diseñados para tener sexo en la llamada “posición del perrito”. Permite que el pene del hombre entre mejor en la vagina y que le sea más sencillo alcanzar el punto G, haciendo el sexo más placentero para ambos.
Realizar ejercicios abdominales: Si eres de los que aunque se matan en el gimnasio para tener abdominales perfectos y marcados no logran conseguir los resultados deseados, es mejor que cambies tus ejercicios a otros más útiles. Es imposible obtener abdominales y oblicuos marcados si existe una capa de grasa normal por sobre el músculo. Quienes logran ese six pack o «tabla de lavar», tienen muy poca grasa y por ello los músculos trabajados pueden sobresalir.
¿Sabías que hacías estas cosas incorrectamente? Ahora ya tienes los conocimientos para corregirlas y obtener los mejores resultados, redirigiendo nuestros esfuerzos a tener éxito de manera más rápida y sencilla.
Via Informe21