Nicolás, dijiste en un discurso que Ricardo Hausmann y yo éramos traidores a la patria. Nos acusas de haber manipulado a las empresas mundiales que evalúan el riesgo de invertir en un país para que dijeran que la economía venezolana está muy mal y así hacerle daño al país. Eso es mentira. Ni Ricardo ni yo hemos hecho eso. Tu y yo sabemos que tu acusación de que somos traidores a la patria es mentira. Pero tú y yo también sabemos que la mentira, la falsificación y el engaño forman parte de los instrumentos que ha utilizado y sigue utilizando este régimen para mantenerse en el poder. Y, sin duda, les había ido bien combinando las mentiras con el dinero para comprar apoyos y votos. Pero ahora que cayó el precio del petróleo (y, de paso, te juro que eso no es culpa ni de Ricardo ni mía) se te están acabando los dólares. Y es lógico, entonces, que a falta de dólares aumenten las mentiras. Y, trágicamente, también aumentará la propensión de tu gobierno a usar la censura, las calumnias, la represión y la criminalización de quienes le quieren dar a los venezolanos una alternativa al fracaso que tú simbolizas. Yo te entiendo. Yo sé donde estás y la pesadilla que es despertarse todos los días a tratar de gobernar la devastada Venezuela de estos tiempos. En noviembre del 2001 publiqué un artículo en El Nacional titulado” El hombre más ingenuo del mundo” cuya primera línea es esta: “Es el sucesor del presidente Chávez. Quienquiera que sea”. Y también escribí: “La economía entrará en una crisis aún más aguda, y las crisis sociales, institucionales e internacionales, también se acentuarán. Un doloroso y políticamente explosivo ajuste fiscal así como una crisis cambiaria serían inevitables..serán los venezolanos más pobres, más viejos, más enfermos y más vulnerables quienes sufrirán las peores consecuencias de los recortes de gasto público que habrá que hacer o de la mayor inflación que pondrá aún más productos indispensables fuera del alcance de la mayoría de los venezolanos”. En esa época nadie sabía que tu serias el escogido por Hugo Chávez para enfrentar la economía envenenada que el te legó. Si, Nicolás, te ganaste la rifa de ser el hombre más ingenuo del mundo. Y la tentación de enfrentar la tormenta a punta de mentiras es muy grande. Pero ten cuidado. No es solo el bolívar fuerte lo que se te esta devaluando. El uso constante y exagerado de las mentiras también las devalúa. Y si te quedas sin mentiras y sin dólares ¿como vas a hacer para gobernar? Finalmente Nicolás: Me duele mucho lo que está pasando en Venezuela y jamás he hecho ni voy a hacer nada para hacerle daño a mi país. Y si tuviese el poder que tú dices que tengo puedes tener la seguridad de que solo lo utilizaría en favor de los venezolanos. Quedo a la espera de la avalancha de mentiras que tu y los tuyos van a decir acerca de mí en respuesta a este texto.
Moisés Naim