El presidente ruso, Vladimir Putin, hizo este jueves por primera vez autocrítica tras el desplome del rublo y admitió que Rusia está sumida en una crisis económica de la que saldrá, en el peor de los casos, en un plazo de dos años.
Aunque no llegó a mencionar la palabra crisis en ningún momento durante las más de tres horas de rueda de prensa, reconoció que Rusia afronta “tiempos difíciles” y, si las cosas se ponen feas, habrá que “cambiar de planes” e introducir “recortes”.
Putin subrayó que el presidente es responsable directamente por “todo lo que ocurre en el país”, pero repartió culpas de la situación a partes iguales entre el Gobierno y el Banco Central, muy criticados por su inacción ante la inusitada depreciación del rublo, que en lo que va de año ha perdido más del 50% de su valor.
Aceptó las críticas sobre una posible tardanza de las medidas adoptadas por el banco emisor, como es el caso del aumento de la tasa clave de interés del 10,5% al 17%, que únicamente provocaron una mayor depreciación de la moneda en la bolsa.
Vía EFE