Los gobiernos de Cuba y Estados Unidos acaban de anunciar el reestablecimiento de sus relaciones diplomáticas lo cual es una buena señal de que el mundo está cambiando dejando atrás dogmas y diferencias de criterio.
Se trata de un paso importante que pondrá fin al bloqueo de la isla, aunque a la luz de los hechos, tal como lo han advertido quienes se oponen, le da un respiro al agonizante régimen cubano.
Son dos perspectivas dignas de analizar, pero por encima de eso, es una decisión importante que está en mora con la historia luego de varios hechos desencadenados en el mundo en el transcurso de estos 53 años donde han surgido importantes cambios políticos a nivel mundial.
Esta tirantez entre Cuba y Estados Unidos data desde el año 61 y pasó por nueve presidentes americanos, desde Einsenhower hasta Obama en contraste con el oprobioso régimen cubano que solo ha tenido como protagonistas a los hermanos Castro, lo cual ratifica que es un gobierno reñido con la democracia.
La situacion, a pesar de este primer paso que involucra declaraciones oficiales de Castro y Obama, no supone que este mismo mes Estados Unidos tendrá a un embajador sentado en el edificio que está frente al malecón habanero ni que un representante de Cuba podrá despachar desde Washington, porque una decisión de este tipo va a generar un profundo debate en el parlamento donde ya hay voces adversas bajo la presunción de que este reestablecimiento de relaciones va a fortalecer al régimen cubano y convalida su rastro inhumano de todos estos años.
En el Sur de la Florida, el mayor asiento de exiliados cubanos en Estados Unidos, los ortodoxos han rechazado categóricamente la medida, otros han sido mas tolerantes pensando en el interés comercial y las nuevas generaciones ven con buenos ojos el restablecimiento de estas relaciones.
Se trata del fin de la guerra fría en Latinoamericana. Ojalá se consume satisfactoriamente.
La historia finalmente, está demostrando que este bloqueó de tantos años no pudo lograr el fin del comunismo en Cuba, lo cual demuestra que la politica internacionak de Estados Unidos fracasó en ese sentido.
El gobierno venezolano, por su parte, ha saludado esta iniciativa en el ejercicio de un doble discurso sin sentido.
Mientras la ortodoxia cubana flexibiliza su postura, Venezuela contradictoriamente pretende endurecerla, situación que manejan con mucha audicia Brasil, Ecuador, Uruguay, Argentina, Nicaragua y Bolivia.
Por los momentos hay que estar a la expectativa con los hechos subsiguientes.
Quedan en la historia Einsenhower, Kennedy, Johnson, Nixon, Ford, Carter, Reagan, Bush Sr., Clinton, Bush Jr., y le toca a Obama este momento cumbre.
Y aún le falta, si tiene voluntad política, normalizar sus relaciones con Irán y Corea del Norte.
Menudo trabajo el que le espera al Papa Francisco.
Tiempo de Navidad
Llega la navidad y el momento es propicio para el reencuentro con la familias y con los amigos. Es el tiempo donde las ciudades se llenan de luces, de colores adornadas con un cielo estrellado y una luna esplendorosa.
En cada rincón del país, por muy modesto que sea, hay un árbol iluminado y un pesebre que anuncia la llegada del niño Dios.
Son los días de Pacheco que baja de la serranía para obligarnos a sacar el abrigo en la víspera de un año que se va.
Las iglesias abren sus puertas de par en par. La palabra de Dios toma cuerpo vigoroso. Los niños, jóvenes y adultos disfrutan de los espacios públicos con alegría contagiante mientras llega la Nochebuena.
Son momentos para la reflexión, para que la familia fortalezca esos lazos a veces dispersos entre lo turbulenta que es la vida cotidiana.
Son las noches y los días mas esperados del año aunque a veces se impregnen de nostalgia y en extremos casos, de tristeza.
En Venezuela, la navidad es muy particular.
En Margarita el Niño llega con acento oriental. Es el mismo que pasa por Cumaná, visita al Puerto y a Barcelona, Maturín y Temblador, se posa en Bolívar y en el Delta.
El Niño de los Llanos también se posa por las sabanas, se regodea entre pastos y vacas, entre esteros y morichales. Se pierde en la inmensa llanura llevando paz y armonía.
Entra en San Juan e ilumina sus morros, cabalga por Calabozo y por San Fernando. Da un toque por Biruaca y llega hasta Achaguas pare regresarse por el horizonte de Barinas y Barinitas con destellos hacia San Carlos de Cojedes.
El portador de la esperanza acude a Valencia y Maracay. Abraza a los negritos de El Playón, Ocumare, Choriní, Cata y Cuyagua.
En barcaza pasa por Turiamo. Sube a La Victoria y visita a los coloneros de Tovar para hacerse sentir en medio de la atmósfera envolvente de las montañas de El Jarillo, Los Teques, Carrizal y San Antonio.
No olvida el Niño Jesús bendito su tránsito por el occidente ni por el imponente lago marabino que lo impulsa hacia Cabimas y Santa Bárbara.
En Lara pasea por Barquisimeto, visita hogares de Churuguara, Humocaro y se maravilla con los medanos y la zona colonial de Coro bendiciendo los maravillosos mares y los cayos falconianos.
En la capital, con un Avila imponente y una cruz que es camino, verdad y vida, el Niño Jesús se posa en la ciudad de contrastes con su aire cosmópolita.
En nuestros cerros, en las barriadas humildes, en La Dolorita, el Guarataro, San Agustín, en los barrios y las ciudadelas de Guarenas y Guatire, como dijo el poeta caribeño, el Niño es un derroche de sentimiento donde el abrazo es sincero, sin poses ni falsas apariencias.
Estos días de navidad, que ponen a muchos nostálgicos, se nos van con esperanza de tiempos mejores y queremos aprovecharlos para desearle a toda las familias de este hermoso país una maravillosa Nochebuena y una Feliz Navidad.
Dios bendiga cada uno de nuestros hogares.
Jairo Cuba
@jaircuba