Apuntó el presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela, que se deben bajar los niveles de «soberbia» y ofrecer caminos como el del diálogo y soluciones a los problemas
El presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela, Diego Padrón, pidió la aplicación de una política económica distinta, superar la violencia que proviene de la discrepancia política y social; así como la libertad para los denominados presos políticos
“Yo diría que un punto importante es la libertad de los que están detenidos y hacer un nuevo plan que sirva para controlar la violencia y desarmar a los grupos que tienen armas”, propuso al gobierno.
A su juicio, “la necesidad se está sintiendo muy duramente en todo el país”. Advirtió que el sueldo mínimo no alcanza para la cesta básica y que los altos niveles de escasez se sienten en todo el territorio nacional.
“Retos hay muchísimos pero lo fundamental es que pensemos en Venezuela, porque cuando pensamos solamente en parcialidades, e incluso intereses individuales, perdemos el rumbo y no buscamos el bien común sino el poder o el dominio, Venezuela nos necesita a todos”, resaltó en entrevista a Unión Radio.
Con relación a la política económica, el también Arzobispo de Cumaná expresó que es un reto «mucho más concreto porque se está sintiendo muy duramente la necesidad. Ya el sueldo no alcanza, para la cesta básica y aquí en Cumaná sentimos mucha escasez de productos. Eso es también lo que siente muchísima gente en Venezuela, entonces lo que necesitamos es una política económica que responda al pueblo».
A su juicio, Monseñor Padrón destacó que el 2015 tendrá situaciones difíciles, especialmente por la baja de la cesta petrolera venezolana y pidió a Dios que «estemos en la capacidad e inteligencia y la ciencia para lograr una economía mejor».
Monseñor Padrón prevé dificultades en el año 2015 dado los bajos precios del petróleo como motor fundamental de la economía. “Pedimos a Dios que podamos tener la capacidad y la inteligencia para lograr una economía mejor”, agregó.
A su juicio, “la necesidad se está sintiendo muy duramente en todo el país”. Advirtió que el sueldo mínimo no alcanza para la cesta básica y que los altos niveles de escasez se sienten en todo el territorio nacional.
Argumentó que todavía no se ha llegado a la raíz del problema de la violencia en Venezuela, y que el país vive una «situación incierta» con una «política equivocada» en materia de seguridad y corrupción, factores que apuntó como los generadores de «desazón, disgusto y molestia».
Con relación al Poder Ciudadano, comentó que el país necesita «una renovación», y que «sí esto (elección del nuevo Poder Ciudadano) es una renovación está bien. Si no lo es, estamos mal. Yo no juzgo a cada persona (…) tenemos que pensar en que el país haya bienestar y eso empieza por legalidad, justicia y responsabilidad en las tareas».
Apuntó que se deben bajar los niveles de «soberbia» y ofrecer caminos como el del diálogo y soluciones a los problemas.
«A pesar de las dificultades podamos entender que todos somos necesarios en Venezuela (…) Que las ideologías o pensamientos sociales-políticos pueden llegar a descubrir elementos comunes. Que no todo está perdido. En Venezuela hace falta un diálogo, hace falta que el Gobierno cuente con los privados, que los privados tengan un sentido mucho más universal y no solamente la búsqueda del bien privado sino atendiendo a las necesidades del país», declaró.