Dos camiones cisterna se vieron durante el 24 de diciembre en la urbanización La Quinta de la capital mirandina, donde se ha agudizado la problemática con el suministro de agua.
“Lo normal era pasar esta fecha preparando las exquisiteces típicas de la fecha pero a la escasez y la inflación se nos sumó esta situación que ya lleva meses y que explotó con fuerza justo durante diciembre; llevamos al menos dos semanas sin ver ni una gota de agua”, confesó Mirna Lozada, vecina de la terraza 10-J.
-A diferencia de otras comunidades, no dependemos de Hidrocapital porque contamos con pozos; afortunadamente desde la hidrológica nos están brindando apoyo para solventar lo más pronto posible esta situación tan incómoda que altera toda la rutina diaria, sobretodo entre las familias que tienen niños y mascotas. Hasta asearse se vuelve una tarea titánica.
Otros vecinos consultados han reportado el daño de lavadoras y calentadores. “Las últimas veces que llegó el agua fue con tan poca presión que lo que hizo fue causar estragos; eso sin hablar de la coloración del líquido que era entre marrón y amarillo”, dijo Alejandra García, quien espera que pronto cuenten con el normal suministro.
-Cuando me mudé aquí la ventaja competitiva era que contaba con pozos propios, ahora eso se ha convertido en una pesadilla porque no le hacen el mantenimiento pertinente, siempre se está dañando algo y de paso no se consiguen los repuestos. Eso sin hablar de las fulanas cuotas especiales que también nos tienen los bolsillos secos.
Johana Rodríguez