¡Gracias mi Dios!
A pocos días de terminarse el año 2014, es el mejor momento para mirar hacia atrás y dar gracias a Dios por las bendiciones recibidas en estos 12 meses transcurridos.
A veces vivimos tan de prisa que no nos detenemos a pensar cuantas cosas buenas hemos recibido de la mano de nuestro Padre Santo, sin merecerlas.
En el libro de Deuteronomio, capítulo 8, versículo 10, podemos leer los siguiente: “Cuando hayas comido y estés satisfecho, alabarás a Jehová tu Dios, por la tierra buena que te ha dado”.
Recordemos que nada lo logramos con nuestras fuerzas, sino con la fuerza y el poder de Dios que nos ayuda a levantarnos y seguir adelante hasta obtener los resultados que esperamos.
Pero también debemos de dar gracias a Dios por su presencia en los momentos difíciles que pasamos, ya que los mismos nos dejan lecciones y experiencias para aplicarlas en nuestras vidas.
El Señor no quiere que suframos, pero a veces lo que nos afecta tiene un propósito, que aunque no lo entendamos, es la voluntad divina que lo permite.
En la Primera Carta a los Tesalonicenses, capítulo 5, versículo 18, podemos leer: “Den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús”.
Agradezcamos al Padre Santo y al Señor Jesucristo por su amor incondicional y recordemos que todos los días son nuevas sus misericordias para todos los que le hemos entregado nuestra vida.
Si tú aún no los has hecho, es el momento. ¡Decídete! Comienza el mejor año de tu vida.
El cristianismo no es una religión sino un estilo de vida con Jesucristo como Señor y Salvador.
Dios te bendiga y te guarde. Hasta el próximo encuentro con La Palabra de Dios
Lic. Beatriz Martínez (CNP 988)
beaperiodista@hotmail.com
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