El presidente Nicolás Maduro reiteró este miércoles que Venezuela no es «un país quebrado», tras el encuentro que sostuvo en Pekín con su homólogo chino Xi Jinping.
«A veces hay toda una conspiración internacional para tratar de aparecer en el mundo a Venezuela como un país quebrado. Venezuela tiene un poder económico, con un pueblo productivo, con la máxima reserva petrolera del mundo», afirmó el mandatario tras la reunión a varios medios, entre ellos venezolanos.
Maduro aseguró que su gobierno está en capacidad de «conseguir el financiamiento» que necesita su país para «garantizar el funcionamiento» de la economía, actualmente en recesión, con una inflación anual de 64 puntos en 2014 y la escasez de cerca de un tercio de los productos de primera necesidad.
En los últimos años, China le otorgó a Venezuela 42.000 millones de dólares en préstamos a largo plazo, y según datos oficiales 24.000 ya han sido cancelados.
Durante la reunión, el presidente chino prometió el miércoles una «cooperación reforzada» con Venezuela, pero no trascendió ningún detalle sobre un eventual financiamiento adicional.