El reconocido caricaturista Charb siempre defendió las polémicas imágenes que publicaba ‘Charlie Hebdo’ bajo la premisa de la libertad de expresión. Stéphane Charbonnier fue un comunicador ácido, nunca negoció el mensaje de sus contenidos. Nunca le tembló el pulso para dibujar sobre temas minados y polémicos. Esa batalla que había iniciado en 2006 terminó trágicamente.
En noviembre de 2011, la redacción de la publicación fue atacada. Desde ese momento la vida de este dibujante cambió. Su seguridad vivía sitiada. Nunca se detuvo ante las constantes amenazas. Desde aquel episodio, Charb tenía protección policial al igual que varios de sus compañeros.
En su momento aclaró con la ironía que siempre lo caracterizó que, “si es la condición para expresarse libremente en Francia, seremos protegidos por la policía. Prefiero tener dos agentes a mi lado durante un tiempo, así no se dedican a expulsar gitanos”.
La declaración que le dio en 2012 al diario El País de España le está dando la vuelta al mundo: “Si nos planteamos la cuestión de si tenemos derecho a dibujar o no a Mahoma, de si es peligroso o no hacerlo, la cuestión que vendrá después será si podemos representar a los musulmanes en el periódico, y después nos preguntaremos si podemos sacar seres humanos… Y al final, no sacaremos nada más, y el puñado de extremistas que se agitan en el mundo y en Francia habrán ganado”.
Calificó de ‘payasos’ a las personas que se manifestaban en contra de las viñetas que publicaba su medio. Siempre aseguró, con una tranquilidad sorprendente, que no hacía nada extraordinario. Minimizaba el alcance e impacto de sus dibujos. Su consigna más reconocida fue “es más peligroso autocensurarnos que publicar”.
Las caricaturas de Charb y sus compañeros también eran críticas con el extremismo católico francés. En varias ocasiones recibieron querellas de distintos grupos religiosos cristianos. En una de las últimas publicaciones, paradójicamente, alcanzaron que para 2022 en Francia celebraran el Ramadán.
Charbonnier fue asesinado a los 48 años. Siempre estuvo en pie de lucha. En su momento apareció con la mano derecha bien empuñada y su publicación en la mano izquierda mostrando una portada que mostraba a Mahoma. Su lápiz fue silenciado por los fusiles de los terroristas, sus portadas permanecerán.Runrunes