Ramón Seco (52), taxista que fue herido de un disparo el pasado 30 de diciembre, cuando se resistió a un asalto, falleció este miércoles en el hospital Miguel Pérez Carreño, donde estuvo recluido desde el hecho que se registró cuando trabajaba con su vehículo.
La víctima tomó una carrera en la urbanización El Marques, al este de Caracas. Una mujer y un joven pidieron sus servicios para trasladarse hasta el terminal de La Bandera, donde antes de bajarse lo sometieron para robarle el vehículo, un Chevrolet Aveo blanco que el hombre tenía en alquiler.
Seco forcejeó con los delincuentes que le dieron un disparo en el intercostal derecho. El taxista se lanzó del carro herido para pedir ayuda, alarmando a funcionario de la PNB que resguardan la zona. Los uniformaron fueron tras los asaltantes, pero la pareja corrió hacia la parte posterior del parque Italo, donde desaparecieron.
Raúl Luque, sobrino del conductor dijo que unos efectivos de la GNB llegaron al sitio pero no le prestaron ayuda a su tío porque no encontraban una ambulancia. Un compañero taxista que pasaba por el sitio fue quien lo subió a su propio carro y lo llevó al Periférico de Coche, donde por falta de anestesiólogo no pudieron atenderlo.
Luque dijo que la familia buscó una ambulancia, pero se le pincho un caucho y tuvieron que auxiliarla. Finalmente llegaron al Miguel Pérez Carreño donde lo atendieron. Tuvieron que operarlo porque el disparo le afectó un pulmón y un riñón. Este 7 de enero murió a las 11:00 de la mañana.
El sobrino de la víctima dijo que su tío no acostumbraba hacer carreras a personas extrañas. Laboraba por su cuenta y ese día había salido temprano a laborar. El hecho se registró alrededor de las 10:00 de la mañana.
Antes de morir la víctima le contó a su familia lo que le había sucedido. Los delincuentes no alcanzaron a robarle nada, porque la llegaba de la policía los obligó a escapar. Esta era la segunda ocasión en que Ramón Seco resultaba presa de la delincuencia. Hace dos años vivía una situación similar, pero también forcejeó y logró escapar, pese a que un disparo impactó en el techo de su vehículo. “Esta vez no corrió con la misma suerte”, dijo su sobrino.
El taxista vivía en la calle Los Alpes, en El Cementerio y tuvo dos hijos, pero a uno se lo mataron hace seis años para robarle la moto en la Cota 905. Se llamaba José Gregorio Seco (23).
AA