Maracaibo un destino turístico que debe conoce todos los venezolanos
(Primera Parte)
“Un Domingo con Salomón” desea rendirle un gran homenaje a la ciudad de Maracaibo, capital del estado Zulia y residencia permanente de la milagrosa virgen de La Chiquinquirá, mejor conocida como la Chinita. En esta primera entrega recorreremos las instalaciones del Teatro Baralt, la historia de La Chinita y El Palacio de Gobierno de Maracaibo.
El Teatro Baralt y su historia
El gran Teatro Baralt de Maracaibo fue inaugurado el 24 de julio de 1883, con un espectáculo diseñado en aquel entonces, para 400 personas, que fue zarzuela “Choza y Palacio”, interpretada por un grupo de niñas del Colegio de la Inmaculada. En 1928 se ordena y ejecuta la demolición del viejo Teatro y cuatro años más tarde, en 1932, se inaugura en la misma esquina de las calles Venezuela y Urdaneta, el nuevo Teatro Baralt.
Este Teatro de 1932, es la edificación del Teatro actual, el cual estuvo cerrado por un espacio aproximado de doce años, siendo lograda su reapertura en 1998, cuando fue puesta en funcionamiento la Fundación Teatro Baralt, FundaBaralt, fundación creada por la Universidad del Zulia, LUZ, debidamente registrada con anterioridad en 1994. Desde 1955 el Teatro Baralt es un ente tutelado por la Universidad del Zulia y en noviembre de 1981 fue declarado Monumento Nacional de Venezuela pasando a ser Patrimonio Cultural de la Humanidad.
Hoy el Teatro Baralt está concebido para no cerrar jamás, mediante una programación sólida, continuada y constante, dedicada al consecuente público del Zulia, de Venezuela y del mundo. Esta hermosa y única joya de la arquitectura colonial civil, fue mandada a construir en el siglo XVIII por Inés Mancebo de Zuloaga. No obstante, su valor histórico reside en que allí firmó con los jefes patriotas en 1823 la capitulación Francisco Tomás Morales, el último Capitán General español en Venezuela, luego de la Batalla Naval del Lago. Alberga cuadros de Simón Bolívar, de los firmantes del Acta de Capitulación y del General Francisco de Miranda. Igualmente Se dice que en esta casa reposó el Libertador Simón Bolívar en una de sus visitas a Maracaibo. Actualmente, es la sede de la Academia de la Historia del Zulia y la Sociedad Bolivariana, y es el sitio de reunión de un grupo de señoras que se dedican a tejer los finísimos soles de Maracaibo durante los atardeceres.
Historia de la virgen de La Chiquinquirá (La Chinita)
La vida espiritual de los marabinos de la época giraba en torno a la devoción de los santos apóstoles Pedro y Juan de San Sebastián y de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá, devoción de esta última traída por don Juan Nieves de Andrade a fines del siglo XVII. Este piadoso varón a su llegada a Maracaibo pudo levantar una humilde ermita de bahareque y paja. Allí colocó una tabla con la imagen de la Virgen del Rosario de Chiquinquirá copia de la imagen venerada en la región de Santa Fe de Bogotá, en la Nueva Granada (hoy Colombia).
El cuadro por acción del tiempo fue perdiendo su pintura original y finalmente borrada la imagen, hizo cesar el interés religioso y fue desechado como inservible. Del timbo al tambo anduvo la humilde tablita y finalmente fue, a parar al lago.
Fue una mañana de 1749 cuando en las playas blancas del Lago de Maracaibo apareció un pedazo de tabla en pequeñas dimensiones, al tiempo en que una viejecita, metida hasta las rodillas dentro del agua, lavaba ropa a orillas del lago. La sombra de la noche empezaba a disiparse entre las claridades del alba y la viejecita no pudo reconocer la extraña tabla. Debajo del brazo y confundida con la ropa ajena, la llevó a su casa y en su vivienda fue útil como tapa de una tinaja cualquiera.
De cara al agua, la virgen guardaba su secreto escondido en una pintura borrosa. Un día la buena señora, visualizó en la pequeña tabla desgastada, la silueta de una imagen sagrada y de uso doméstico el pedazo de madera se convirtió en motivo de veneración colgado en la pared.. Un 18 de noviembre, raros movimientos conmueven la placidez de la vivienda. Golpes y ruidos se sentían hasta tres veces repetidas. Al acudir la humilde señora al encuentro con lo sucedido, fija su vista en la tablita misteriosa alumbrada de luces que salían destellantes.
Ante tan majestuosa aparición de la Virgen, la ancianita mortificada por aquello, cae de rodillas ante la imagen de un rostro dulce, de piel morena y ojos achinados cargando entre sus brazos a un hermoso niño; era Nuestra Santísima Madre la Virgen de Chiquinquirá, quién había dejado de ser un cuadro borroso para darse a conocer. ¡Milagro!, ¡Milagro! exclama la viejecita, ¡Milagro! exclaman los vecinos que hasta aquel momento admiraban la tablita y después de la aparición de la Virgen adoraban sin cesar. El modesto hogar se convirtió en centro de plegarias y agradecimientos a la madre de Dios.
Todos los 18 de noviembre se han convertido a partir de ese entonces, en fecha de fiesta para los fieles creyentes del pueblo zuliano y sus alrededores, sin que ninguna ley eclesiástica o civil lo haya decretado. Con música al son de la gaita, fuegos artificiales que alumbran el cielo marabino, con chimbangles que retumban sus tambores, bandas orquestales en todo un marco de feria, acompañan a la Virgen en su recorrido por las calles del Milagro, quien sale a saludar y bendecir con su deslumbrante figura.
Palacio del Gobierno Maracaibo
Funcionó como sede de la cárcel durante la época de la Colonia, y actualmente, constituye la sede del Poder Ejecutivo Regional, pues alberga a la Gobernación del estado Zulia.
Originalmente fue conocido como la Casa Mayor, pero luego recibió el nombre de Palacio de Los Cóndores cuando en 1929, como parte de la remodelación que se le hiciera a la estructura, fueron anexadas a la cornisa dos sendas figuras de bronce en forma de cóndores.
Dirección: Calle 95, entre las Av. 4 y 5, Paseo Ciencias, frente a la Plaza Bolívar.
Salomón Benshimol R. / sbenshimol@yahoo.com