Asegúrate de que estén muertos, no los dejes vivos”, se repetían, una y otra vez, los cuatro asesinos de la matanza de Mara, registrada la noche del sábado, que cobró la vida de dos hombres, un adolescente y una mujer.
Después que cesó la balacera. Los criminales revisaron los cadáveres de Aquiles David Faría González (25 años), Rixio José Romero (17 años) y Eduard Astolfo Navas Barriza (24 años), que estaban tendidos uno al lado del otro en medio de una trilla del sector La Popular, en el kilómetro 28 vía El Moján, en el municipio Mara.
A unos escasos 20 metros estaba tirada la madre de Eduard, Elza Barriza, de 39 años. Los homicidas caminaron entre la sangre y la arena, observaron a todos lados y huyeron en dos motos.
La matanza se desató a las 8:00 de la noche. Había un grupo de personas conversando en una esquina frente al abasto La Unión cuando llegaron los cuatro criminales a disparar.
Los vecinos corrieron como pudieron para salvar sus vidas. La quincallería apenas iba abriendo sus puertas cuando sonó la plomazón. “Yo me tiré al suelo y me tapé los ojos, escuché demasiados disparos… todo fue muy rápido”, contó uno de los testigos.
Algunas de las balas ocasionaron grietas en las paredes de las casas cercanas. Su residentes mostraban los orificios como evidencia de la matanza.
Elza, una vacunadora del Hospital de El Moján y madre de ocho hijos, fue alcanzada por un proyectil en el estómago en el momento que iba saliendo de su casa, a una cuadra de la escena del crimen.
“En esa matanza murió una madre inocente y ejemplar que trabajaba para levantar a su hogar. Dejó seis hijos pequeños que ahora los cuidará su esposo”, dijo una hermana, ayer.
Los vecinos aseguraron que Eduard alias “El Guachi” y su hermano “El Bebé”, quien resultó herido en el ataque, “eran robamotos” y fueron amenazados de muerte por delincuentes de una banda delictiva rival, versión que fue confirmada por fuentes policiales.
Vía Panorama.