El presidente de la República, Nicolás Maduro, se reunirá el jueves con su par ruso, Vladimir Putin, al final de una gira en la que intentó persuadir a las grandes naciones petroleras de recortar su producción para frenar la acentuada caída de los precios.
Los precios del crudo -la base de las economías rusa y venezolana- tocaron su menor nivel en casi seis años y Maduro ha visitado en los últimos días Irán, Arabia Saudita, Qatar y Argelia para reunir apoyo en su iniciativa diplomática destinada a impulsar la recuperación del mercado.
«La situación de los mercados globales del petróleo, junto con otros asuntos, estará entre los temas a ser discutidos», dijo el portavoz de Putin, Dmitry Peskov, a la agencia de noticias Itar Tass.
El llamado de Maduro es respaldado por otros países miembros de la OPEP como Irán, que desea un recorte en la producción del cartel pero que al igual que Venezuela, ha tenido poca influencia en el debate. El presidente sudamericano recibió una fría respuesta a su pedido por parte de los principales productores del Golfo Pérsico.
Y las perspectivas de Venezuela con Rusia tampoco se ven alentadoras. El ministro de Energía ruso, Alexander Novak, dijo el miércoles antes de reunirse con Maduro que muchas naciones consideran que es imposible regular artificialmente los precios del petróleo y que la actual volatilidad es una condición del mercado.
Arabia Saudita se negó a apoyar una reducción de la cuota de bombeo de la OPEP en la última reunión de noviembre, argumentando que sólo provocaría una pérdida de participación de mercado. Fuentes de naciones del Golfo en la OPEP han dicho que Riad podría considerar reducir la producción si naciones que no pertenecen al cartel, como Rusia, toman medidas similares. Reuters