Los planes de seguridad han sido un verdadero fracaso. El gobierno sigue indiferente, como si nada estuviese ocurriendo. Sin embargo, la ONU sitúa a Venezuela como el segundo país más violento en la región con 57,6 muertes por cada 100 mil habitantes
El tema de la inseguridad cada día es más grave, mientras todos los ciudadanos esperamos que de una buena vez se articulen políticas para frenar el hampa, sucesos como el ocurrido en la playa Arapito, en el Estado Anzoátegui nos llena de estupor. Para documentar los hechos citamos el diario “El Tiempo” de Puerto La Cruz: “La tarde del viernes 26/12, entre las 12:00 del día y las 2:00 pm, un grupo de sujetos armados sembró el terror en unas 300 personas que, según el cálculo de residentes, disfrutaban del balneario a esa hora. Vecinos dijeron ese día que los malhechores llegaron con fusiles R-15…”
Otra versión, dada a conocer por las redes sociales, señala que los asaltantes escondían sus rostros con pasamontañas y portaban fusiles R-15, armas de guerra. Algunos lugareños dijeron que se trata de una banda de piratas de mar que tienen azotada a los pobladores de esta zona del oriente del país que se dedican al robo de peñeros y yates. Uno se pregunta, si no es la primera vez que sucede, si ya los ciudadanos han sido víctimas de los desmanes de esta poderosa banda. ¿Qué más tiene que ocurrir para que las autoridades actúen diligentemente y puedan ofrecer seguridad? ¿De dónde provienen las armas? ¿Cómo unos delincuentes pueden poseer armas de guerra y actuar con la mayor impunidad?
A un año del asesinato de la actriz Mónica Spear y de su esposo, el individuo que fue acusado de haber disparado esa noche, Gerardo José Contreras Álvarez, de 18 años, apodado «el Gato», sigue libre. No solo eso, la gente sigue reportando que en la autopista Valencia / Puerto Cabello, concretamente por el sector “El Cambur” los delincuentes siguen haciendo de las suyas, es decir, las autoridades no han hecho su trabajo. Por si fuese poco, una cantidad considerable de delincuentes se han fugado de las comisarías de las policías estatales y municipales, porque en esos sitios de reclusión temporal hay hacinamiento. Denuncian que bandas de secuestradores actúan a sus anchas en las autopistas del área metropolitana y en algunas del interior del país.
La organización no gubernamental Observatorio Venezolano de Violencia (OVV) reveló que durante 2014 Venezuela registró 24.980 muertes violentas, lo que supone un ascenso de 79 a 82 asesinatos por cada 100.000 habitantes con respecto a las cifras del año anterior. Cifras que nos dejan sin aliento, definitivamente, los planes de seguridad han sido un verdadero fracaso. El gobierno sigue indiferente, como si nada estuviese ocurriendo. Sin embargo, la ONU sitúa a Venezuela como el segundo país más violento en la región con 57,6 muertes por cada 100 mil habitantes. ¿Qué más tiene que pasar? En Venezuela la vida no vale nada.
Coordinador Nacional de “Gente” Generación Independiente
Noel Álvarez
Twitter: @alvareznv