El juez federal argentino Ariel Lijo se reincorporó a sus funciones y dispuso medidas urgentes para resguardar las pruebas vinculadas con las escuchas telefónicas en las que el fiscal fallecido Alberto Nisman fundó su denuncia contra la presidenta, Cristina Fernández, por presunto encubrimiento.
Lijo envió personal a la sede de la unidad fiscal que investiga el atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en 1994 para “incautar y asegurar todos los discos compactos donde están grabadas las intervenciones telefónicas y toda la documentación detallada en la denuncia”, indicó el Centro de Información Judicial (CIJ) en su página web. Además, el juez solicitó al juzgado que tramita la investigación del atentado a la AMIA “todos los antecedentes y documentación vinculados a las intervenciones de dichas líneas telefónicas”, agregó el CIJ.
Vía EFE