Varios tuits del Ministerio de Información del país indicaron que el palacio presidencial estaba bajo ataque.
Sin embargo, dos funcionarios del Ministerio del Interior dijeron que el palacio había sido tomado por militantes opositores Houthi, los musulmanes chiitas que están luchando por más inclusión en el gobierno.
CNN no puede confirmar de forma independiente los señalamientos.
Nueve personas murieron y otras 67 resultaron heridas el lunes en los combates entre las fuerzas gubernamentales y los militantes Houthi, dijo el Ministerio de Salud de Yemen, antes de que las partes acordaran un alto el fuego.
No está claro si la reanudación de los combates han finalizado las pláticas de paz. Los disparos se escuchaban esporádicamente en toda la ciudad este martes, mientras que un día antes eran constantes.
La noche del lunes, hombres desconocidos dispararon a un vehículo de la embajada de Estados Unidos en la capital yemení Saná, dijo la embajada estadounidense, al final de una jornada marcada por intensos combates en torno al palacio presidencial.
La embajada de Estados Unidos dijo el martes que los agresores dispararon primero al aire y luego apuntaron las armas a su vehículo, el cual llevaba a personal diplomático y se encontraba en un puesto de control cerca de la embajada. No se reportaron heridos.
Conflicto prolongado
El último episodio de violencia se produce en un momento de crisis prolongada y enfrentamientos intermitentes entre fuerzas del gobierno y de la oposición en Yemen, un aliado de Estados Unidos en la lucha contra al Qaeda.
El gobierno se enfrenta a la presión no solo del grupo musulmán sunita extremista al Qaeda en la Península Arábiga, sino también los Houthis, los musulmanes chiitas que se han sentido por mucho tiempo marginados de la mayoría musulmana en el país.
Los Houthis entraron en la capital el año pasado, lo que desató batallas que dejaron más de 300 muertos en un mes. En septiembre, se firmó un acuerdo de alto el fuego con el gobierno, y los Houthis se han instalado en los puestos clave de las instituciones gubernamentales y financieras.
Pero las tensiones se encendieron de nuevo el pasado fin de semana mientras los Houthis dijeron que secuestraron a la jefa de Gabinete, Ahmed bin Mubarak, en Saná el sábado.
Osama Sari, asesor de medios de comunicación de alto nivel para el movimiento Houthi en Yemen, dijo que habían detenido a bin Mubarak porque el presidente Abdu Rabu Mansour Hadi quería introducir una nueva constitución sin la aprobación de los Houthis.
La agitación entre las dos partes es preocupante para Occidente porque un vacío de poder en Yemen podría beneficiar a al Qaeda en la Península Arábiga, una organización terrorista con sede en Yemen que se atribuyó el ataque a las oficinas de Charlie Hebdo en París.