Las voces de sobrevivientes de Auschwitz que rezaban por sus familiares asesinados resonaron el lunes en las barracas y alambres de púas del antiguo campo de la muerte nazi, y una voz embargada por la emoción exclamó: «¡No quiero volver aquí!».
Los sobrevivientes, que arribaban de todas partes del mundo, algunos de ellos por primera vez, rindieron homenaje el lunes a sus parientes asesinados por los nazis y a los millones de judíos muertos en el Holocausto, en vísperas de las ceremonias oficiales por el 70mo aniversario de la liberación del campo por el Ejército Rojo soviético.
Algunos regresaron por primera vez desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Rose Schindler, de 85 años, una de 12 sobrevivientes de una familia de más de 300 personas, había regresado 20 años atrás, pero dijo que quería realizar una última visita para recordar a sus padres y cuatro hermanos muertos en el Holocausto. La separaron de ellos al arribar al campo sin oportunidad de despedirse y sobrevivió porque la habían seleccionado para trabajar.
«No tengo tumbas para mi madre y hermanas y hermano, para mi padre. Esta es una forma de despedirse», dijo.
Varios recitaron el Kaddish, la oración judía por los muertos, junto al infame cartel de la entrada que dice «Arbeit Macht Frei». El cinismo de la frase, cuya traducción es «el trabajo libera», salta a la vista con el hecho de que los nazis mataron a la mayoría de sus víctimas.
Muchos expresaron estupor ante el asesinato de judíos en un supermercado en París a comienzos de enero y el temor de que el mundo no aprende las lecciones del Holocausto.
Marcel Tuchman, de 93 años, sobreviviente de Auschwitz y otros tres campos, reflexionó sobre el sufrimiento inenarrable de 1,1 millones de judíos, gitanos, homosexuales y otros que murieron en el campo.
«Las estadísticas sobrecogedoras no son las historias a narrar», dijo Tuchman, un médico. «Estas historias sólo las podrían relatar las víctimas. Desgraciadamente, sus voces fueron silenciadas por el gas y los crematorios, así que los sobrevivientes venimos a hablar por ellos y honrar la memoria de su sufrimiento».
El Congreso Judío Mundial y la Fundación Shoah ayudaron a transportar a los sobrevivientes a Auschwitz.
En Cracovia, el cineasta Steven Spielberg declaró el lunes que los judíos enfrentan nuevamente los «demonios perennes de la intolerancia» de parte de antisemitas que provocan crímenes por racismo e intentan despojar a los sobrevivientes de su identidad.
Spielberg lanzó su advertencia en un discurso ante decenas de sobrevivientes de Auschwitz la noche anterior a las conmemoraciones oficiales por aniversario de la liberación de ese campo de exterminio ubicado en una región de Polonia que ocuparon los nazis.
El cineasta, ganador del Oscar y director de la película «Schindler’s List» («La lista de Schindler) de 1993, fue presentado por la sobreviviente Paula Lebovics, de 81 años, quien lo elogió como «un hombre que nos dio una voz en la historia».
La «Lista de Schindler» trata de la historia de un empresario alemán que salvó la vida a unos 1.100 judíos polacos durante el Holocausto.
El campo fue liberado por el ejército soviético el 27 de enero de 1945, en los últimos meses de la guerra. El avance soviético desde el Este obligó a los nazis a retirarse hacia Alemania, y se llevaron a muchos prisioneros para matarlos por el camino. Pero varios miles quedaron atrás, entre ellos los niños y prisioneros que agonizaban.AP