El rápido deterioro de la economía venezolana, marcado por angustiantes niveles de escasez que mantienen los anaqueles de los supermercados vacíos, está empujando al régimen de Nicolás Maduro hacia una nueva etapa de inestabilidad política que podría incluso conducir a un cambio de gobierno, dijo la firma de inteligencia empresarial IHS Country Risk-Foresight.
Pero el colapso del régimen bolivariano se produciría solo si la ya agobiante escasez que padecen los venezolanos empuja a la población hacia un estallido social de grandes proporciones, y las probabilidades de que Maduro sobreviva son aún mayores que las de que pierda el poder, según el informe preparado por el analista para América Latina de IHS, Diego Moya-Ocampos.
Aún así, no hay dudas de que Maduro enfrenta uno de los peores momentos en la historia del chavismo, reseña El Nuevo Herald.
Si la economía sigue deteriorándose al acelerado ritmo de los últimos días, entonces, el descontento – registrado en los últimos días bajo la forma de conatos agitación social y saqueos– podría aumentar para afectar la estabilidad del gobierno, cambiando totalmente el juego en Venezuela, dijo el informe.
El recrudecimiento del descontento social “llevaría el escenario de que Maduro sea obligado a renunciar de uno de baja probabilidad a uno de alta”, resaltó el análisis.
“No obstante, el gobierno hasta el momento ha demostrado tener un control significativo sobre el Estado y, cada vez más, sobre los medios privados de comunicación (además de sobre el poderoso sistema público de medios de comunicación), además de un aparato represivo que todavía es capaz de neutralizar protestas antes de que se generalicen”, agregó.
Los problemas económicos del país están siendo agravados por la abrupta caída de los precios del petróleo, en un país donde las ventas de crudo generan el 96 por ciento de las monedas duras que ingresan al país.
Las autoridades del régimen no cuentan con planes de contingencia para contrarrestar la caída de los precios, que han bajado desde los niveles de $95 por barril que registraban en septiembre a los $39.19 con que cerraron la semana pasada.
Según el informe, el gasto público o social del régimen no puede ser garantizado bajo el actual modelo económico, que no puede ser sostenido bajo los actuales precios.
La estabilidad política está intrínsicamente vinculada a la habilidad del presidente de administrar las finanzas del país y prevenir el descontento social generalizado.
“Este es especialmente el caso dentro de los barrios pobres de Venezuela, dado a que la renta petrolera ha sido usada para suministrar alimentos a precios subsidiados”, resaltó el informe.
Por otro lado, el informe advierte que la popularidad de Maduro ha caído ha niveles alarmantemente bajos, sumando solo 22 por ciento, según datos de la encuestadora Datanalisis.
Otros sondeos de opinión, sin embargo, colocan la popularidad del gobernante por debajo del 15 por ciento.
Según el análisis, el régimen bolivariano ya no tiene posibilidades de conseguir financiamiento en los mercados internacionales, en momentos en que los precios de los bonos soberanos del país ya dan por descontado que el país incurrirá en un incumplimiento de pagos en algún momento en los próximos tres años.
Pero IHS cree que el gobierno seguirá cumpliendo con sus obligaciones ante Wall Street, por lo menos por este año.
No obstante, la situación podría cambiar en los proximos años si los precios del crudo no mejoran.
Los pronósticos de un año de intensa volatilidad brindados por IHS coinciden con las conclusiones de la firma Stratfor, que advirtió recientemente sobre el riesgo de que sectores dentro del chavismo decidan actuar para remover a Maduro en vista de su incapacidad por resolver la grave crisis económica del país.
“Las potenciales acciones contra Maduro de parte de rivales internos son también un riesgo posible para el presidente. Rumores que han circulado en Caracas desde inicios del año sugieren que facciones políticas no identificadas dentro del gobierno planean sacar a Maduro del poder”, declaró Stratfor en un informe publicado la semana pasada.
“Pero los problemas económicos de Venezuela son estructurales –la remoción de Maduro no los resolvería– y en todo caso, sería difícil ejecutar un golpe de Estado bajo un ambiente político tan fragmentado”, señaló la firma.