Un exguardaespaldas de Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional y uno de los líderes del brazo militar del país, desertó a Estados Unidos para cooperar con las autoridades que investigan el tráfico de drogas en Venezuela, dijeron funcionarios de ese país el martes.
Leamsy Salazar, quien había trabajado en el cuerpo de seguridad del expresidente Hugo Chávez, se encuentra en Washington donde se prevé que dé testimonios que implican a Cabello en la presunta organización de operaciones de tráfico de cocaína controladas por militares venezolanos, dijeron dos fuentes al tanto.
Ambas personas dijeron que el objetivo es imputar a Cabello bajo cargos de tráfico drogas. Un vocera del Departamento de Justicia de EE.UU. no quiso comentar, en tanto que funcionarios del Departamento de Estado no respondieron a llamadas solicitando declaraciones.
Funcionarios venezolanos atacaron a Salazar y EE.UU., diciendo que el motivo de la deserción del excustodio es desestabilizar el gobierno del presidente Nicolás Maduro. Venezuela se ve afectada por una moribunda economía que se prevé que se contraiga 7% este año, por la tasa de inflación más alta del mundo y por una amplia escasez de productos básicos, algunos de los problemas que han provocado una pronunciada caída de la tasa de aprobación del mandatario, según indican las encuestas.
Pedro Carreño, exministro del Interior y miembro del gobernante Partido Socialista, dijo en declaraciones por televisión que Salazar había trabajado para Cabello. Rodeado de otros líderes del partido oficial en la Asamblea Nacional, Carreño afirmó que Salazar “desertó en diciembre de las fuerzas armadas y aparece en los Estados Unidos como testigo protegido para difamar, injuriar y tratar de someter al escarnio público al presidente de la AN”.
El gobierno, que atribuye los problemas económicos a una “guerra económica” orquestada por EE.UU. y sus aliados en Venezuela, también comenzó a enviar tuits con el hashtag #ApoyoTotalADiosdado en los que calificaba las acusaciones contra Cabello de “mentiras de la derecha”.
Maduro también alabó a Cabello en Twitter. “#ApoyoTotalDiosdado @NicolasMaduro Designa a @dcabellor para Investigar la Guerra Economica y los EEUU lo atacan…!”, retuiteó el presidente.
En su cuenta oficial de Twitter, Cabello escribió que “cada ataque contra mi persona fortalece mi espíritu y mi compromiso”. “Amenazas, infamias, intrigas hemos vivido en estos años de Revolución, aprendimos del mejor a navegar en tempestades con la moral en alto”, dijo.
El testimonio de Salazar proporcionaría un fuerte respaldo a años de investigaciones que han llevado a EE.UU. a señalar públicamente a Venezuela como un importante centro de transbordo de la cocaína que se trafica a EE.UU. y Europa. Venezuela ha negado las acusaciones desde hace años. Otros altos funcionarios venezolanos están señalados por las autoridades estadounidenses por sus supuestos vínculos con el narcotráfico, entre ellos un general, un ex juez y un antiguo jefe local de la Interpol.
En años recientes, el Departamento del Tesoro de EE.UU. puso a altos jefes militares y funcionarios venezolanos en una lista negra por supuesto tráfico de drogas. Venezuela los ha defendido, afirmando que eran inocentes y que su inclusión en la lista negra tenía el propósito de dañar la reputación del país.
“EE.UU. tiene un enorme interés en demostrar con fuerza que el tráfico de drogas es significativo, con la colaboración de altos cargos del gobierno venezolano”, asevera Javier Corrales, profesor de ciencias políticas del Amherst College, en Amherst, Massachusetts. “Hay una sensación de que el método apropiado es poner en problemas judiciales a figuras individuales y evitar un cruce público de palabras diplomáticas, de Estado a Estado”.
Cabello, un exoficial del ejército, es considerado por muchos como el segundo hombre más poderoso del país. Ha estado al frente de la Asamblea Nacional desde 2012. También cuenta con gran influencia sobre las fuerzas armadas, que controlan lucrativos negocios y juegan un papel político en los asuntos cotidianos del país.
La mayoría de los venezolanos lo conocen por su personalidad combativa. Conduce un programa semanal en la televisión estatal en el que suele calificar a sus opositores políticos de lacayos de EE.UU. y traidores. En la Asamblea Nacional, ha bloqueado la participación de partidos de la oposición en debates.
Cabello participó en el fallido golpe de estado que Chávez lideró en 1992, que marcó el ascenso del difunto presidente, y ha desempeñado varios cargos importantes, entre ellos la vicepresidencia. Cuando Chávez fue derrocado en 2002 por dos días, Cabello lo ayudó a volver al poder.
Salazar llevaba unos dos meses conversando con autoridades estadounidenses, dijo una persona familiarizada con el caso.
“Hay un montón de buena información”, dijo esa fuente. “En el pasado, la gente ha dicho: ‘He escuchado esto y he escuchado eso’, que está bien para la formulación de cargos pero no sirve para su procesamiento. Leamsy podrá testificar como alguien que estaba allí”.
Publicado por The Wall Street Journal