En la semana que acaba de pasar se perpetró un homicidio y un tiroteo en la zona. Vecinos y comerciantes denuncian que la delincuencia ataca todos los días a toda hora, amparada en la escasa presencia policial
Al llegar a San Bernardino, municipio Libertador, lo primero que salta a la vista es que la mayoría de los establecimientos y urbanizaciones (muchas de ellas para clases más bien pudientes), están enrejadas o de plano cerrados, lo que evidencia el grave problema que representa la inseguridad en la zona.
Solo en la semana que recién termina se presentaron al menos dos sucesos sangrientos en el que se usaron armas de fuego que terminaron con heridos y una mujer fallecida. Asimismo, según denuncian vecinos y comerciantes de la localidad, se ha vuelto cotidiana la incidencia de robos y atracos.
Tiroteos a toda hora
“Solo queda persignarse a Dios y más nada, la delincuencia es demasiado fuerte, en cualquier momento te puede pasar algo, ya hasta me da miedo cada que escucho una moto acercarse y no vaya a ser que sea un choro”, dijo Laura González, quien trabaja en esa zona.
Recordemos que en días recientes, San Bernardino fue escenario del asesinato de María del Carmen Osorio, de 30 años de edad, quien murió a causa de varios disparos que le propinaron dentro del McDonald’s que está ubicado en la parroquia. Asimismo, se registró un tiroteo entre un efectivo de la Policía Nacional Bolivariana y un grupo de antisociales. Sobre este último caso, según fuentes extraoficiales, el oficial, que se encontraba visitando a su madre en las inmediaciones de la Clínica de La Arboleda, al salir de centro médico se encontró con que trataban de robarle su moto, tras lo cual intercambiaron disparos, resultando heridos el efectivo y un delincuente. Los otros implicado lograron huir.
En zozobra permanente
“Esto es terrible, la inseguridad es horrible, no puedes andar por la calle con un buen teléfono, o con una buena pinta o un carro o cadenas, en cualquier momento puede abordarte un malandro que te estaba cazando y desgraciarte la vida”, dijo Jorge Contreras, comerciante. “¿Cómo puede ser posible que aquí se esté siempre con el corazón el boca cuando aquí está lleno de chivos: familiares de ministros de magistrados del Tribunal Supremo y gente el Banco Central? San Bernardino parece una zona de guerra”.
Según explicaron los vecinos del sector, el modus operandi que utilizan los antisociales es el de rondar lo alrededores en grupos de tres motorizados con sus parrilleros para interceptar a sus posibles víctimas y despojarle de sus pertenencias.
“Aquí uno está en zozobra permanente, en cualquier momento pude venir alguien a desgraciarte la vida, porque no solo que te roban, sino que hasta pueden matarte”, dijo Eduardo Orozco, empleado en las adyacencias de la Clínica de La Arboleda. “Hace un año se robaron de un estacionamiento tres carros, aquí roban hasta a los guardias que pasan por acá y a los doctores de la Clínica, esto es horrible”.
“No siempre fue así”
Según explican los residentes y trabajadores de la zona, la situación de la inseguridad personal en los alrededores de San Bernardino se ha venido recrudeciendo en años recientes. “No es por discriminar a nadie, pero esto se ha puesto así de inseguro desde hace tres años, cuando empezaron construir esos edificios de Misión Vivienda, además los barrios cercanos y la Torre de David,que aunque ya han sacado a varias familis, también han contribuido”, señalan residentes de esa parroquia
Patrullaje insuficiente
“Por aquí pasa de vez en cuando una patrulla, pero solo por un momentico y después se van, así no hacen la gran cosa, es necesario que haya un verdadero patrullaje constante y permanente para ver si con eso empiezan a bajar los atracos aquí”, exigió González.
Luís Guillermo Valera
@LuisGValera
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Fotógrafo: Jaime Manrique