Grupos del exilio venezolano en Miami (EE.UU.) exigieron hoy al presidente Nicolás Maduro la liberación de los «presos políticos» y el respeto a los derechos humanos para abrir un diálogo con Estados Unidos.
«Veríamos positivo un diálogo, sólo si Venezuela cambia sus posturas con respecto a los derechos humanos y la libertad de los presos políticos», aseguró hoy a Efe José Antonio Colina, presidente de la Organización de Venezolanos Perseguidos Políticos en el Exilio (Veppex).
Colina, sin embargo, expresó que es una «verdadera contradicción» la permanente retórica del presidente Maduro contra Estados Unidos y su petición a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) de intervenir para un futuro diálogo.
En el mismo sentido se pronunció Carmen Giménez, presidenta de USA Refugees & Immigrants, quien dijo a Efe que «es una estrategia positiva», pero duda de que «ese sea el verdadero propósito de Maduro».
Giménez considera posible que Estados Unidos «acoja la idea de Maduro», pero aseveró que «nunca va a ceder ante el narcotráfico».
El presidente Maduro solicitó este martes al secretario general de Unasur, Ernesto Samper, intervenir para un posible acercamiento con EE.UU. «para construir una diplomacia de paz».
Sin embargo, opositores venezolanos en Miami señalaron que no sólo «desconfían» de Maduro, sino que «Unasur carece de toda credibilidad», pues fue una organización «creada y comprada durante la revolución bolivariana» del fallecido presidente venezolano Hugo Chávez (1999-2013).
Unasur ha sido «imparcial al buscar sólo el bienestar de regímenes apartados de la democracia, como Venezuela», aseveró Colina.
«Un diálogo es necesario, pero lo malo es cuando se llega a éste sin condiciones, como está pasando con el Gobierno cubano. En Venezuela, al igual que en Cuba no se respetan las libertades no hay derechos para los ciudadanos», expresó a Efe Gisela Parra, secretaria ejecutiva de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) de Miami.
El Gobierno de Cuba, principal aliado de Venezuela, inició hace dos semanas un proceso de diálogo con EE.UU. para restablecer las relaciones bilaterales, rotas desde 1961, tras dos años de conversaciones secretas y la mediación del Papa y Canadá.
Parra agregó que un posible acercamiento sería una «buena oportunidad para que Estados Unidos siente a Maduro y le diga con todo respeto que respete los convenios internacionales de derechos humanos».
Las relaciones entre EE.UU. y Venezuela están bajo mínimos, sin embajadores en las respectivas capitales desde hace años y con una serie de sanciones estadounidenses a medio de centenar de funcionarios venezolanos vigentes.
El lunes el Departamento de Estado de EE.UU. informó de la aprobación de nuevas sanciones contra funcionarios y exfuncionarios del Gobierno venezolano considerados por Washington «responsables o cómplices» de violaciones de los derechos humanos. EFE