Familiares y amigos rogaron clemencia para un exjuez venezolano que será sentenciado este viernes en un caso de narcotráfico que involucró a funcionarios de alto rango del gobierno del fallecido presidente Hugo Chávez con carteles colombianos de la droga.
En ocho cartas breves enviadas a la jueza federal Ursula Ungaro, dijeron que Benny Palmeri Bacchi había aprendido la lección, destacaron su papel como padre, y pidieron piedad y poder reunirse con él pronto.
Las misivas, incluidas en el expediente judicial que aparece en línea, fueron presentadas días antes de que la jueza Ungaro revele este viernes en una audiencia vespertina la sentencia que impondrá a Palmeri.
«Le pido en nombre de mi hijo que nos ayude a reunirnos pronto nuevamente como una familia», escribió Tamara Coppola, quien se identificó como la pareja de Palmeri durante los últimos 13 años.
«Entiendo la situación y entiendo que Benny ha cometido errores en el pasado, pero esos errores no lo definen como ser humano», expresó la mujer, tras manifestar que el ex juez «ha aprendido la lección» y suplicarle a la jueza que le dé una oportunidad para comenzar una nueva vida junto a su familia.
Palmeri se declaró culpable de confabulación para obstruir la justicia, lavado de dinero y extorsión en noviembre pasado. El ex juez venezolano fue arrestado en agosto en el Aeropuerto Internacional de Miami durante unas vacaciones familiares a Disney World y desde entonces permanece detenido.
Podría ser condenado a 20 años de cárcel por cada una de las acusaciones, aunque la fiscalía recomienda que las sentencias sean simultáneas.
La madre de Palmeri, Antonia Bacchi, explicó en su misiva del 2 de febrero que está medicada debido a «todo este problema», y no puede acudir a Miami a «ayudar» a su hijo.
«Deme la oportunidad de verlo nuevamente. Estoy aquí sola y mi hijo es mi pedestal», escribió la mujer a la jueza Ungaro. «Por favor ayúdenos».
Otros de los que enviaron cartas fueron la hija de Palmeri, Marianne Palmeri; su exesposa, Antonieta Incadela; su suegra, Herminia Gil; su cuñado, José Roberto Coppola; y sus amigos Manuel García y Jonnie Bascuñan.
Un jurado investigador acusó a Palmeri de asociarse ilícitamente con el exdirector de la Interpol en Venezuela, Rodolfo McTurk, para ayudar a traficar cocaína colombiana a través de Venezuela a Estados Unidos.
En el caso aparece también acusado Hugo Carvajal, un ex jefe de inteligencia militar venezolana cercano a Chávez que fue detenido en Aruba bajo una orden de arresto emitida en Estados Unidos. Venezuela, sin embargo, gestionó su liberación.
McTurk tambien fue acusado, pero permanece en Venezuela.
De acuerdo con documentos judiciales, Palmeri recibió 850.000 dólares para ayudar a acusar falsamente en Venezuela a Jaime Alberto «Beto» Marin Zamora, uno de los líderes del cartel colombiano del Norte del Valle.
La idea era usar ese caso falso para evitar que Marin fuera extraditado a Estados Unidos.
Marin, no obstante, enfrentó a la justicia estadounidense y cumple una sentencia de 16 años de prisión tras declararse culpable de acusaciones relacionadas con drogas.