Las autoridades de Jordania también ejecutaron a Ziad Karbouli, exasesor de Abu Musab al-Zarqawi, el fallecido líder de Al Qaeda en Iraq.
La muerte de los prisioneros en Jordania se da luego de la aparente muerte de un piloto jordano a manos de integrantes de ISIS, exhibida en un video este martes, que provocó la protesta de un grupo de personas en Amán, capital del reino jordano.
ISIS se refería en sus comunicaciones a Sajida al-Rishawi como una «hermana encarcelada».
Al-Rishawi, a quien las autoridades tenían detenida en Jordania, no había sido vista en público durante nueve años.
En una confesión televisada en noviembre de 2005, al-Rishawi tranquilamente narró cómo ella trató de participar en una serie de ataques terroristas en hoteles de Jordania ese mes en los que al menos 57 personas fueron asesinadas.
«Mi esposo detonó su bomba, y yo traté de detonar la mía pero no lo logré», dijo al-Rishawi en un canal de televisión de Jordania, sin mostrar emoción. «Las personas escaparon corriendo, y yo salí corriendo con ellos».
En 2006, al-Rishawi fue sentenciada a muerte, pero ese mismo año, Jordania impuso una moratoria a la pena de muerte. Las ejecuciones se reanudaron el mes pasado.
Durante la confesión llevaba puesto un velo blanco en la cabeza y un vestido negro; al-Rishawi mostró un cinturón cubierto de explosivos sujetos de manera rudimentaria con cinta adhesiva.
Las autoridades de Jordania dijeron que al-Rishawi, quien ahora tenía cuarenta y tantos años, se unió a su esposo, Hussein Ali al-Shamari, para llevar a cabo los ataques suicidas en el hotel Radisson.
Su esposo sí pudo detonar sus explosivos, lo que ocasionó la muerte de 38 personas que habían asistido a una recepción de boda en el salón de baile. Tres terroristas y 57 transeúntes murieron en tres hoteles en la serie de ataques.
Ella dijo que era una iraquí que vivía en Ramadi y, utilizando pasaportes falsos, viajó a Jordania con su esposo. Le dijo a las autoridades de Jordania que su esposo le enseñó cómo usar su cinturón de explosivos.
En la confesión, al-Rishawi dijo: «Mi esposo es el que organizó todo».
El grupo terrorista proponía un intercambio de al-Rishawi por el rehén japonés Kenji Goto. En un video antes de su presunta decapitación, a Goto se le ve sosteniendo una foto de lo que parece ser su compatriota decapitado, Haruna Yukawa.
Las publicaciones en línea, las cuales CNN no pudo verificar de manera independiente, aparecieron cuatro días después de que un video de ISIS exigiera que el gobierno japonés pagara 200 millones de dólares en un lapso de 72 horas por la liberación de los rehenes.CNN