El homicidio se registró a las 7:40 de la noche, cuando la mujer llegaba a la urbanización donde vivía en su vehículo Honda Accord LX verde, placas MBI-588
Celeste Aida Gómez Salas (51), gerente de la empresa inmobiliaria Century 21, ubicada en el Centro Comercial Ciudad Tamanaco, fue asesinada de un disparo en la región escapular izquierda, cuando se resistió al robo de su teléfono celular, en la calle 2-A de La Urbina.
El homicidio se registró a las 7:40 de la noche, cuando la mujer llegaba a la urbanización donde vivía en su vehículo Honda Accord LX verde, placas MBI-588 y en el momento en que se detuvo frente a la garita de vigilancia para con una tarjeta magnética elevar la barra de seguridad, apareció la pareja de motorizados.
El parrillero de la moto le pidió a la mujer que entregara sus pertenencias, en específico su teléfono marca Blue, pero ella se negó y cuando intentó poner en marcha el carro le dispararon. El tiro la hirió en la espalda, ocasionándole la muerte casi de manera instánea.
En la casa de Celeste Gómez ubicada en la calle 3, sus hijos la esperaban. Cuando supieron de la muerte de una mujer en la calle 2, la llamaron a su teléfono celular pero no atendía, así que bajaron hasta el lugar del hecho y fue cuando se enteraron que se trataba de su madre que yacía muerta en el asiento del conductor del vehículo.
Celeste Gómez tenía 12 años trabajando en la empresa inmobiliaria, era TSU en Publicidad y Mercadeo. Su hijo mayor, de 27 años, estudia Bionálisis en la UCV y la menor, de 22 años, es docente.
Estaba divorciada desde hace 9 años, pero seguía mantenimiento una excelente relación con el padre de sus hijos, Reinaldo Esté, quien ayer estuvo a cargo de retirar el cuerpo de la morgue de Bello Monte.
Esté dijo que se enteró de la muerte de su ex esposa lo invadió una gran dolor. “Ella llegaba a casa como todos los días para cenar con sus hijos, pero un desalmado le quitó la vida para robarle un pedazo de teléfono de 100 dólares que compró con los cupos electrónicos”, expresó.
Además, está convencido de que la madre sus hijos no iba a dejarse robar. “El teléfono era gran parte de su trabajo y como ella misma decía, no iba a dejar que le quitaran su herramienta para trabajar. Así dejaron a mis hijos sin madre y a mi sin la mujer más importante que he tenido en la vida”, agregó.
El director de Polisucre, comisario Manuel Furelos, ofreció declaraciones en torno al hecho y dijo que por versiones de algunos vecinos lograron obtener la descripción de cómo vestían los homicidas, uno de ellos con chaleco anaranjado de mototaxista y otro, el que disparó, de franela blanca.
Con respecto a las enérgicas denuncias por parte de la comunidad con respecto a la falta de presencia policial en la zona, aseguró que si existe un trabajo en La Urbina con la figura de los Padrinos Policiales, pero que la realidad es que no cuentan con la cantidad de funcionarios para mantener una presencia permanente de uniformados en ese sector. “Estamos trabajando con un 50% del pie de fuerza que deberíamos tener”, indicó.