Pasar el día en casa sin poder hacer cómodamente los quehaceres diarios, se ha convertido en la labor obligatoria de amas de casa y familias enteras, a consecuencia de que desde hace dos semanas es prácticamente inexistente el servicio de agua en gran parte de las ciudades de Guarenas y Guatire en el estado Miranda.
Cocinar, bañarse, lavar, mantener los platos limpios y otras faenas que forman parte de la rutina diaria, se complican ante la falta del vital líquido tal y como lo han denunciado ciudadanos y ciudadanas de las dos ciudades vía telefónica, quienes afirman que aunque meses anteriores se han reportado suspensiones temporales por racionamiento una vez por semana, la situación se ha agudizado de forma reciente, al punto de que hasta en una semana el agua llega a irse todos los días, disipando cualquier posibilidad de que alcancen las reservas.
«Parece no valer de nada tener pipotes llenos, porque es tal la falta del servicio de agua que las reservas se terminan. Eso sin considerar que no todas las familias tienen tanques, y aquellas que sí cuenta con el han sufrido iguales consecuencias, pues se posterga tanto la llegada del líquido que los tanques se vacían», explican algunos denunciantes.
Piden explicaciones
En este sentido, habitantes de las zonas afectadas por la falta del suministro de agua en Guarenas y Guatire, se han comunicado en diversas ocasiones con la redacción de este diario, para pedir explicaciones a las autoridades de ambas localidades, por cuanto indican que supuestamente en ninguna ocasión se ha informado acerca de la suspensión del servicio de agua por averías, lo que ha evitado que la ciudadanía pueda tomar previsiones.
Piden también a las autoridades Hidrocapital explique qué es lo que está pasando y trabajen en función de mejorar el panorama. «La semana pasada el agua se llegó a ir hasta por 24 horas. Habilitaban el servicio en la madrugada, haciendo que la gente se tenga que parar tal cual noctámbulos a las 3:00 am para poder llenar reservas y ya a las 5:00 am nos quedamos sin el líquido. Ha tocado inclusive salir a comprar en la calle para evitar mayor acumulación de sucio y platos en la cocina. Y ni hablar de los baños. Queremos que se normalice el servicio por el que pagamos, pues merecemos calidad de vida», indicaban denunciantes que se comunicaban con este diario.
YA