Ni antagonismo ni contubernios

Desde Fedeindustria, y en especial desde la instancia que me honra coordinar, hacemos los mas grandes esfuerzos para engranar a todos los sectores y actores de la sociedad, a fin de acelerar y reimpulsar los procesos productivos que proporcionen un abastecimiento pleno a precios justos de los bienes, productos y servicios necesarios para la vida de los venezolanos y venezolanas

En línea con lo plateado en nuestro artículo titulado «Empresarios y Trabajadores de Venezuela, uníos», en esta ocasión es menester hacer lo propio con los pequeños, medianos y grandes productores y el Gobierno, algo así como «Empresarios y Gobierno de Venezuela, uníos». Aunque es pertinente aclarar que en este último caso, los empresarios y Gobiernos de la IV República coexistieron ilícitamente por sus intereses crematísticos en detrimento del resto de la sociedad. Un contubernio, pues.

El enfoque actual es complementario, una unión armónica, caracterizada por un Estado y Gobierno fuerte, eficiente, pero a la vez capaz de armonizar y engranar las fuerzas y potencialidades de los emprendedores, productores y empresarios en general para beneficio colectivo. Así como mostramos la pérdida de vigencia y funcionalidad del dogma antagónico entre los intereses empresario-trabajador, en el caso que en este espacio nos ocupa, un Gobierno de izquierda, progresista y socialista puede ser aliado de una clase media empresarial igualmente nacionalista, pero en pro del colectivo.

Es que incluso, en caso de que algunos teóricos obsesionados por el purismo conceptual, asuman como un contrasentido innato la alianza de un Gobierno de izquierda con los empresarios, por considerar a estos últimos como oponentes o enemigos históricos, les podría recordar que hasta la fuerza del contrincante sirve para el fortalecimiento del atacante.

Me permito un breve repaso por algunas artes marciales, que basan sus estrategias en utilizar la fuerza del contrario, para derribarlo. Aunque esta no es la idea, derribar o atacar a nadie, con este ejemplo quiero decir que hasta de las fuerzas contrarias se pueden aprovechar inteligentemente. Aquí, lo que planteamos es utilizar o detonar las fuerzas y energías de todos los sectores: trabajadores, empresarios y Gobierno, para canalizarlas hacia el combate de los verdaderos enemigos de la patria: el desabastecimiento y la inflación.

Óscar Shemel, presidente de Hinterlaces, describió perfectamente lo que necesita la Revolución Bolivariana en este momento: “… existe la necesidad de construir un nuevo bloque histórico, un amplio consenso de alianzas que enrumbe al país. La Revolución está de alguna manera iniciando una nueva etapa, y en medio de una situación difícil debido a la caída de los precios del petróleo. Necesita ampliar su base social de apoyo e incorporar otros sectores sociales, en especial los sectores productivos. Una alianza puede contribuir a resolver los problemas de abastecimiento e inflación”.

Así las cosas, desde Fedeindustria, y en especial desde la instancia que me honra coordinar, hacemos los mas grandes esfuerzos para engranar a todos los sectores y actores de la sociedad, a fin de acelerar y reimpulsar los procesos productivos que proporcionen un abastecimiento pleno a precios justos de los bienes, productos y servicios necesarios para la vida de los venezolanos y venezolanas. ¿Acciones para lograrlo? El abanico es amplio, sin embargo, es lógico empezar por lo coyuntural para, casi al mismo, tiempo, seguir con lo estructural.

Miguel Pérez Abad 

 

Salir de la versión móvil