La exesposa del fiscal fallecido dijo que él no tenía motivos para suicidarse
El gobierno de la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, desacreditó ayer la marcha del silencio celebrada el miércoles para exigir justicia por la muerte del fiscal Alberto Nisman. El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, criticó que jueces y fiscales se prestaran para una actividad que calificó como opositora.
En su conferencia de prensa habitual en la Casa Rosada, el funcionario cargó contra los promotores de la movilización e incluso intentó minimizar su alcance. Según él, la réplica del evento en la ciudad de Resistencia, Chaco, contó con la participación de “300 personas”.
Por otro lado, en la continuación de las investigaciones por el caso, se conoció que Natalia Fernández, la testigo que denunció irregularidades durante el procedimiento que realizó la policía en la residencia de Nisman, prestó ayer nuevas declaraciones antes la fiscal Viviana Fein.
De acuerdo con la joven, durante el operativo en el sitio donde encontraron el cadáver de Nisman no se cuidó la escena del crimen y se descuidaron las pruebas. Los policías del caso habrían subrayado documentos del fiscal.
Por su parte, la exesposa de Nisman, Sandra Arroyo, reveló en una entrevista publicada ayer que su exmarido “no tenía motivos” para suicidarse. “Queremos que se despeje en el expediente si esto fue un suicidio o un homicidio, más allá de mi certeza, que no es objetiva”, aclaró la mujer.
Este miércoles se desarrolló la marcha del silencio por Nisman, cuando se cumplía un mes de su muerte. Por la fuerte lluvia, la movilización fue denominada como la “marcha de los paraguas”. Se estima que participaron unas 400 mil personas. EFE