Hoy en día, el Teatro Municipal de Caracas lleva su nombre, como testimonio del reconocimiento a su destacada labor artística, cultural y humanística y para que las generaciones futuras no olviden al máximo cantor de Venezuela
“Granada, tierra soñada por mí. Mi cantar se vuelve gitano cuando es para ti. Mi cantar, hecho de fantasía. Mi cantar, flor de melancolía, que yo te vengo a dar”. Este fue uno de los grandes temas interpretados por el llamado tenor favorito de Venezuela, Alfredo Sadel.
A Sadel aun se le recuerda por perpetuar su nombre y el de Venezuela a nivel internacional. Es considerado por muchos como el cantante popular y lírico más importante en la historia musical de Venezuela. En total, grabó más de 2 mil canciones recogidas en cerca de 200 discos de 78 RPM y unos 130 de larga duración editados en diversos países.
Tenor criollo
Alfredo Sadel nació en Caracas un 22 de febrero de 1922. A la edad de 16 años debuta como cantante en Radio Caracas, donde a pesar de estudiar canto por espacio de tres meses, fue finalmente rechazado.
No obstante, convencido de su talento para el canto, sigue insistiendo hasta que ingresa en agosto de 1947 al programa “Caravana Camel” que transmitía Radiodifusora Venezuela. En 1948, se produce un importante momento en su carrera artística, ya que graba el pasodoble “Diamante Negro”, primer disco de fabricación nacional, que constituyó un éxito de ventas y el inicio de una ascendente trayectoria musical. Con los boleros “Son dos palabras” y “Desesperanza”, esta última declarada canción del año en 1949, se define su condición de bolerista de marcada ascendencia popular.
En Estados Unidos fue considerado todo un ídolo, tanto que era llamado “El artista latino más popular de la televisión norteamericana” por la agencia United Press. Su éxito no quedó sólo en la nación norteamericana, la isla de Cuba se rindió a sus pies cuando en 1955 hizo su debut en La Habana.
Con motivo de la inauguración del Salón Naiguatá del Hotel Tamanaco, en 1954, se presentó Sadel como el gran atractivo en la Caracas de la época. Luego de ésto, realiza giras por todo el Caribe y en 1955 graba “Mi Canción”, primer disco de 12 pulgadas de larga duración en la discografía latinoamericana con el sello RCA Víctor, que fue condecorado por Marcos Pérez Jiménez, junto a la primera Miss Mundo venezolana, Susana Duijim.
Sadel compartió su carrera como cantante con la actividad sindical, promoviendo en 1947 la fundación de la Asociación Venezolana de Artistas de la Escena. En 1958, regresa a los Estados Unidos contratado por la Metro Goldwyn Meyer para sustituir a Mario Lanza en Hollywood, actuando en el “Ed Sullivan Show” y el “Firestone Show” en Nueva York.
En 1961, se produce el gran salto de Sadel hacia el canto lírico con la zarzuela “Los Gavilanes”, presentada en el Teatro Nacional de Caracas. En este nuevo período de su vida artística participó en el Carnegie Hall de Nueva York en el estreno de la ópera cubana “Cecilia Valdez”, tras lo cual emprendió giras para presentar “Rigoleto”, “El amigo Fritz”, “El barbero de Sevilla”, “Carmen”, “Don Carlos”, “Lucía”, “Tosca”, “La Bohéme”, “El buque fantasma” y “Don Pascuale”, entre otras, por toda América, además de Alemania, Belgrado, Hungría, Suiza, España y la Unión Soviética (1967 y 1968), convirtiéndose en el primer cantante lírico venezolano en llegar a Siberia y a otras 14 naciones.
En 1977, en un intento por institucionalizar la ópera en Venezuela, organiza una gran temporada en la Universidad Central de Venezuela, que se extiende a otras ciudades del país, participando también en temporadas de zarzuela en el Teatro Nacional.
Durante la década de los 80, se presentó en la temporada de Zarzuelas en el Teatro Nacional de Caracas. Había aumentado de peso, sin embargo, él bromeaba al respecto diciendo: “El tenor más flaco pesa 80 kilos”. Este detalle físico no le impidió emprender giras y deleitar a su público con sus canciones.
El final
Al final de esta década descubre que tiene cáncer en los huesos. A pesar de la enfermedad, continuó sus giras y presentaciones. Fue a Colombia, actuó en el Teatro Universidad de Medellín, el Teatro Fundadores de Manizales y el Teatro Colón de Bogotá. En 1988 y 1989 se presenta en el teatro Teresa Carreño junto con la Orquesta Sinfónica Venezuela en conciertos que marcaron su despedida.
En mayo de 1989, aceptó cantar nuevamente en el Teatro Teresa Carreño, acompañado por Pedro Mesías. Esta fue la última presentación del cantante, ya que falleció en Caracas el 28 de junio de 1989. El gobierno decretó tres días de duelo y en las radios sonaban sus canciones a manera de honra para la memoria de una de las voces más importantes de Venezuela.
Edda Pujadas
Twitter: @epujadas