La Superintendencia de Precios Justos publicó el precio de venta máximo para el pollo, gracia que se convirtió en morisqueta, ya que en ningún lugar se conseguía pollo a precio regulado
Recuerdo aquellos días en los cuales el camarada Eduardo Samán realizaba grandes esfuerzos por evitar que quienes controlan el sector privado de la economía hicieran de las suyas. Hasta un atentado sufrió, pero no pudo evitar que los acaparadores generaran zozobra en la población, que la escasez se hiciera presente. La misma responsabilidad han tenido varias personas, que tampoco han logrado que el poder adquisitivo de los consumidores se mantenga a niveles estables ante el acaparamiento y la usura de los comerciantes, aunque no puedo decir que no han realizado esfuerzo alguno.
El día 29 de abril de 2014, la Superintendencia de Precios Justos publicó el precio de venta máximo para el pollo, gracia que se convirtió en morisqueta, ya que en ningún lugar se conseguía pollo a precio regulado que era de 18 bolívares. Los carniceros lo vendían a 40 bolívares y como parte de las acciones económicas que emprendió el Gobierno Nacional para regular el costo de los productos de la cesta básica en beneficio del pueblo venezolano, colocó el precio del pollo beneficiado entero y/o picado a un costo de 43 bolívares por kilo, 3 bolívares por encima del precio de usura (si el usurero vendía a 40 Bs/kg era porque estaba ganando). Imagino que esta medida anti popular se realizó para que apareciera el pollo, sin tomar en cuenta que los bienes inelásticos son aquellos que por la naturaleza de su necesidad son poco sensibles a la oferta y la demanda y por tanto no podemos dejar en manos del mercado la alimentación de los venezolanos.
Como los usureros si saben esto, a mediados de año en medio del golpe económico volvieron a desaparecer el pollo como medida de presión y en los sectores populares lo venden a 220 bolívares el kilo. Si es un sector de mayor poder adquisitivo como noté en San Antonio de los Altos, donde me vi en la obligación como revolucionario de comprar un pollo a 380 bolívare, para iniciar la denuncia respectiva cuando el pasado 20 de febrero se estableció el nuevo precio de 65 bolívares por kilo. Es necesario que las sanciones económicas sean mayores o la tendencia al aumento se mantendrá.
Roberto Hernández G.