La última vez que Antonieta Ledezma, de 23 años, vio a su padre fue a principios de enero, cuando ella salió de Venezuela con destino a Nueva York. En aquel momento, su papá la abrazó con lágrimas en los ojos y le preguntó: «¿Cuándo te veré de nuevo? Prométeme que te cuidarás», escribió en una carta abierta publicada a principios de esa semana.
Ledezma dice que ella nunca imaginó que en tan solo cuestión de semanas, ver a su padre de nuevo se convertiría no en una cuestión de «cuándo» sino de «si».
«Él fue encarcelado de manera injusta y efectivamente fue secuestrado por este gobierno», dijo Ledezma, quien estuvo acompañada por una docena de manifestantes el domingo por la noche en Times Square de Nueva York.
«El mundo necesita saber lo que esta pasando en mi pais y por lo que esta pasando mi familia», dijo.
Crece lista de opositores encarcelados
En medio de una crisis económica cada vez más profunda, el franco alcalde de la capital y la ciudad más grande de Venezuela es el último en una creciente lista de líderes opositores que han sido arrestados y encarcelados por el gobierno socialista del país.
Por ordenes del presidente Nicolás Maduro, agentes federales irrumpieron en la oficina de Ledezma el jueves, acusándolo de conspiración y de ayudar a tramar un golpe de estado respaldado por Estados Unidos.
Mientras el pequeño grupo de manifestantes en Times Square gritaba consignas como «Viva Venezuela» y «Este gobierno caerá», Ledezma vehementemente negó los cargos impuestos contra su padre.
«Mi padre ha sido acusado de conspiración. Él es un hombre que quiere la libertad de mi país. Eso es lo único que ha hecho», dijo. «No hay explicación. Mi papá es el alcalde de una ciudad, y el gobierno lo único que ha hecho es faltarle al respeto a todos sus derechos humanos».
Funcionarios del gobierno venezolano en Nueva York no respondieron a las solicitudes de comentarios de CNN.
Aunque no ha podido hablar ni ver a su padre desde el arresto, Ledezma cree que él sigue estando animado.
‘Un espíritu inquebrantable’
«Él está tratando de permanecer fuerte. Tiene un espíritu inquebrantable, y su único miedo en este momento es perder el país que ama. El gobierno puede haber encarcelado su cuerpo, pero nunca sus pensamientos e ideas».
Los partidarios de Ledezma temen que se enfrentará al mismo destino que otros disidentes políticos prisioneros en Venezuela, en particular, Leopoldo López.
López, un excandidato a la alcaldía y a la presidencia, ha estado en la cárcel durante más de un año, acusado de incitar a la violencia durante las protestas antigubernamentales del año pasado.
«Nosotros sabemos que este podría ser un proceso largo, pero estamos preparados para eso. No dejaremos que los abusos de este gobierno nos debiliten», dijo Ledezma. El mensaje que mi padre tiene para los venezolanos y el mundo desde la cárcel es que nuestro país está pasando por una época horrible, pero que somos personas fuertes y que él seguirá luchando».
Maduro sostiene que López, Ledezma y otros líderes de la oposición fueron arrestados por orden de la oficina del fiscal general y deben ser procesados por «delitos contra la paz, la seguridad y la constitución del país». Los críticos, sin embargo, dicen que el gobierno sistemáticamente está tomando medidas enérgicas contra la oposición para desviar la atención de la crisis económica.
Desde que Maduro asumió el cargo, la inflación se encuentra en la cifra récord del 68%, y la caída en los precios del petróleo ha tenido un efecto dominó en la economía del país que ya se encuentra debilitada. El Fondo Monetario Internacional prevé que la economía se reducirá en un 7% este año, la peor en Latinoamérica.
«Se trata de un acto desesperado de un régimen desesperado que está tratando de ocultar la realidad política y social de Venezuela», dijo el exembajador de Venezuela en las Naciones Unidas, Diego Arria, sobre el arresto de Ledezma. Arria se unió a la hija de Ledezma en la concentración del lunes por la noche.
«Secuestrar al alcalde de la capital de Venezuela es, como mínimo, inaudito, y tendrá consecuencias», dijo Arria.
Mientras tanto, Ledezma continúa esperanzada de que podrá abrazar de nuevo a su padre como un hombre libre.
«La esperanza es lo último que se pierde. Sé que mi padre será libre. Su causa es ahora mi causa».