Cerca de mil familias de el populoso sector de Petare, municipio Sucre, se ven afectadas por las fallas en el suministro del vital líquido
Desde tempranas horas de ayer martes, la Cota Mil se encontró colapsada de sentido Oeste-Este, provocando un embotellamiento de cientos de vehículos, debido a una protesta realizada por habitantes de Barrio Bolívar, Petare Norte, municipio Sucre del estado Miranda.
Los vecinos del sector, que abarca un universo de alrededor de mil familias, cerraron los accesos hacia la carretera Petare-Santa Lucía en señal de protesta por los reiterados fallos en el servicio de aguas blancas en las comunidades de La Parrilla y Barrio Metropolitano, que llevan hasta 33 días sin recibir el vital líquido.
“Llevamos más de un mes sin que nos llegue el agua por las tuberías, aquí no somos camellos, llevamos más de cinco años con este problema con el agua”, dijo José Luís Leotandu, habitante de la zona. “Antes llegaba el agua cada 21 días, pero ya es demasiado”.
Al lugar se apersonó una comisión del Imas, así como efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana (PNB) y la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) para mediar con los protestantes y reestablecer el paso por la arteria vial que se mantuvo cerrado por espacio de seis horas.
Vida paralizada
“No tenemos agua para cocinar, lavar la ropa, para nada, ni siquiera ha llovido para poder recogerla, estamos desesperados”, dijo Gladys Prado, habitante del sector. “No queremos que nos traigan más cisternas, para la gente que vive más arriba en el barrio se le hace difícil conseguir llenar sus tanques, queremos es agua por tuberías, como teníamos antes”.
Por su parte, Iris Salmerón, las fallas en el suministro de agua los ha obligado a contratar cisternas de agua. “Hasta 5 mil bolívares nos quieren cobrar por cada cisterna, entre todos tenemos que hacer una vaca, 300 por familia, y para nada: el agua solo rinde para dos días”.
“Aquí cuando llega el agua la gente se vuelve loca, y lo peor es que siempre llega es en la madrugada: tenemos que madrugar para intentar llenar unos perolitos antes de que se vuelva a ir”, dijo Olga Contreras, residente de la localidad. “Aquí tenemos gente enferma, niños, gente mayor. Solo estamos pidiendo que nos llegue el agua aunque sea una vez al mes, pero que dure todo el día, que se sensibilicen con nosotros: necesitamos al menos un poquito de agua para tomarnos”.
Enfermedades
“Aquí hay niños que le han dado enfermedades en la piel, de la propia mugre que se les acumula en el cuerpo por no bañarse les causa alergia”, dijo Amalfy Maiguel, vecina del sector. “Aquí hay en Barrio Bolívar hay dos escuelas que no han podido reiniciar las clases porque no hay agua, hay otros que no van a sus escuelas porque las familias no tienen cómo lavarles la ropa”.
“No somos camellos”
José Luís Leotandu, “Llevamos más de un mes sin que nos llegue el agua por las tuberías, aquí no somos camellos, llevamos más de cinco años con este problema”
Gladys Prado, “No tenemos agua para cocinar, lavar la ropa, para nada, ni siquiera ha llovido para poder recogerla, estamos desesperados”
Iris Salmerón, “Hasta 5 mil bolívares nos quieren cobrar por cada cisterna, entre todos tenemos que hacer una vaca, 300 por familia”
Luís Guillermo Valera
lvalera@diariolavoz.net
Fotógrafo: Giovanni Martínez