El cardenal Jorge Urosa Savino, se pronunció ayer ante las muertes recientes en el país y exigió que se prohíba inmediatamente el uso de armas letales para controlar las manifestaciones. El representante eclesiástico rogó por el fin de la “violencia asesina”.
A través de un comunicado, suscrito también por los Obispos Auxiliares, el también arzobispo de Caracas, pidió al gobierno venezolano sancionar a los culpables de estos crímenes, refiriéndose específicamente a la muerte de un estudiante de 14 años en Táchira “y de otros estudiantes que también habrían sido víctimas de la actuación de funcionarios de seguridad”.
“Manifestamos nuestras condolencias a las familias de los jóvenes asesinados. Exigimos sanción para los culpables, y que se prohíba el uso de armas letales para controlar manifestaciones”, señaló el cardenal.
De acuerdo con el purpurado, todos estos crímenes responden a una profunda crisis moral que es necesario corregir. Mencionó, entre otros males, la soberbia política, el odio y el ansia de poder.
En este sentido, Urosa abogó por los principios de legalidad y de legitimidad que garantizan la convivencia social en el país y en cualquier parte del mundo.
“La renovación moral implica el rechazo a la violencia y la determinación a trabajar por la paz”, agregó al final del escrito, con el cual también hizo un llamado a orar para superar estos días de violencia.
En el marco de la VI Caminata Juvenil Arquidiocesana, celebrada el domingo 22 de febrero en Caracas, el Arzobispo de Caracas denunció la detención del alcalde metropolitano, Antonio Ledezma, y la imposibilidad de visitar a tres estudiantes detenidos en la sede capitalina del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin).
Sobre la detención del alcalde Antonio Ledezma, dijo el purpurado: «Se trata de una autoridad de Caracas que ha sido detenida de una manera realmente indebida, sin respeto al debido proceso y cuyas causas uno ignora o desconoce”.