El país ahora enfrenta protestas por la muerte de un maestro durante una manifestación
CIUDAD DE MÉXICO.- El gobierno mexicano dio por “absolutamente zanjada” cualquier diferencia con el Vaticano. Así lo expresó ayer el canciller de ese país, José Antonio Meade, luego del incidente por las palabras del Papa sobre la posible “mexicanización” de Argentina. Sin embargo, la polémica volvió al país tras la muerte de un maestro en el marco de una protesta.
Meade pidió dejar atrás el impase y reiteró su invitación a Francisco para que visite México. “La relación de México con el Estado Vaticano” y “con el Papa es una relación de gran importancia, (…) entrañable y cercana, como lo dijera ayer mismo el Vaticano”, aseguró.
El miércoles, el funcionario se reunió con el Nuncio Apostólico en México, Christophe Pierre, y con el secretario de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Eugenio Lira Rugarcía, para celebrar la pronta solución del inconveniente que surgió tras conocerse que el Pontífice alertó a un amigo sobre los peligros de la “mexicanización” de Argentina, refiriéndose al problema del narcotráfico.
A pesar de esto, lo que aún no se resuelven son las consecuencias de la muerte de un profesor jubilado, la madrugada del miércoles, tras un enfrentamiento entre educadores manifestantes y policías federales de México. El hecho ocurrió en Chilpancingo, capital de Guerrero, y las autoridades nacionales dicen que el deceso fue producto de un «aplastamiento». EFE