Estados Unidos insistió este domingo en que las acusaciones de Venezuela sobre su interferencia en el país son «falsas», pero evitó hacer comentarios sobre la orden de reducción de su personal diplomático en Caracas porque aún no ha recibido una notificación formal al respecto.
Un alto funcionario estadounidense, que pidió el anonimato, dijo a Efe que está «al tanto» de los anuncios que hizo este sábado el presidente venezolano, Nicolás Maduro, tanto sobre el personal estadounidense en Caracas como sobre el nuevo requisito de visado a cualquier estadounidense que desee entrar en Venezuela.
«Pero no hemos recibido ninguna comunicación diplomática del Gobierno venezolano respecto a estos asuntos y no tenemos ningún comentario más en este momento», indicó el funcionario. El presidente Maduro ordenó el sábado reducir de inmediato el alrededor del centenar de funcionarios diplomáticos de su embajada en Caracas a niveles similares a la veintena que mantiene su Gobierno en Washington y llamó a acabar con «las reuniones conspirativas de estos funcionarios».
El mandatario dispuso también que se le solicite visado a cualquier estadounidense que desee entrar en Venezuela y que se cobre por ello la misma cantidad de dinero que Estados Unidos fija para tal fin.
Asimismo, prohibió entrar en Venezuela a una serie de funcionarios y exfuncionarios estadounidenses, entre ellos el expresidente George W. Bush y a legisladores a quienes identificó de » ultraderecha» y tildó de «terroristas», entre ellos los senadores Bob Menéndez y Marco Rubio.