Una mujer que durante años narró en un blog las constantes complicaciones de salud de su hijo fue condenada el lunes por envenenarlo obligándolo a ingerir fuertes concentraciones de sodio.
Un jurado en un suburbio de Nueva York halló a Lacey Spears, de Scottsville, Kentucky, culpable de asesinato en segundo grado por la muerte el año pasado de Garnett Paul Spears, de 5 años.
La defensa caracterizó a Spears como una madre dedicada a cuidar de su hijo enfermo, pero la fiscalía sostuvo que Spears medró con la atención que la enfermedad del niño le brindó. Un video muestra dos veces a la mujer llevando al niño a un baño del hospital con un tubo conectado, del que el paciente sale sufriendo.
«El motivo es extraño y alarmante, pero real», afirmó la fiscal asistente Patricia Murphy en su alegato final el jueves. «Ella al parecer anhelaba la atención de su familia, sus amistades, sus compañeros de trabajo y particularmente de la profesión médica».
Sugirió que Spears, de 27 años, actuó por temor a que el niño revelara a otros que ella lo estaba enfermando. Sus acciones «equivalieron a tortura», enfatizó.
Varios médicos atestiguaron que no había explicación médica para el alza en los niveles de sodio en el niño que condujeron a su muerte.
Sin embargo, el abogado defensor Stephen Riebling afirmó que no había «evidencias directas» de un delito y destacó que los testigos dijeron que Spears parecía devastada con la muerte del niño. Agregó que el video del hospital fue editado para eliminar las escenas tiernas entre madre e hijo, incluso cuando le calza un par de medias a Garnett. «Si ella planeaba matarlo, ¿por qué habría de preocuparse que tuviera los pies fríos?», preguntó al jurado.
Acusó al hospital de negligencia y de deshidratar a Garnett, una acusación que Murphy calificó de ridícula.
Las evidencias incluyeron dos bolsas de alimentación halladas en el departamento de Spears embebidas en sal, incluso una que la mujer le pidió a una persona amiga que escondiera. Una bolsa tenía el equivalente a 69 bolsas de sal de McDonald’s, según atestiguó un toxicólogo forense.
También se presentaron como pruebas muchos de los mensajes de Spears en Facebook, Twitter, MySpace y un blog y sus investigaciones en línea sobre los peligros del sodio en los niños.
Spears, nativa de Alabama, vivía con su hijo en Chestnut Ridge, estado de Nueva York, cuando Garnett murió. Se mudó después a Kentucky y vivía allí cuando fue arrestada. AP