El Real Madrid cayó en casa ante el Schalke 04, pero avanzó a cuartos de final de la Champions League
Real Madrid logró sacar el boleto a cuartos de final de la Champions League ayudado por la suerte luego de caer por 3-4 ante el Schalke en la vuelta de los octavos de final disputada en el Santiago Bernabéu.
La noche marcada para la redención del trío innegociable y con ellos del equipo entero, técnico incluido, se oscureció pronto.
Dos minutos y llegó el primer aviso por parte de Höger. Tres llegadas después, el conjunto alemán vio su trabajo recompensado, ayudado por las facilidades otorgadas por la defensa del Madrid. Un centro desde la derecha que en un engaño deja pasar Huntelaar para que Fuchs, completamente solo en el borde izquierdo del área, rematara a placer. Iker metió las manos, pero en su intento de despeje el balón le rebotó en las manos para incrustarse en la red.
Rugió el Bernabéu, pero con una rechifla que no paró hasta que cuatro minutos después, Cristiano Ronaldo volvió a meter a sus compañeros en el partido. El portugués no había dado más de tres toques en 25 minutos, pero le basta un instante para sacar a los suyos del apuro. Un tiro de esquina concedido por el Schalke permitió que Toni Kroos pusiera el balón justo a la cabeza de Ronaldo para que pusiera el 1-1.
Madrid revivió por un momento, pero ya había cedido el control a sus rivales, que intensificaron el asedio. La suerte salvó a Iker dos veces; un balón estrellado en el poste y una reacción lenta a una mala salida.
Pero no paró la presión alemana y a la tercera Huntelaar aprovechó un rechace de Casillas que le quedó en los pies, de frente al marco, para rematar. Y vuelta a empezar. De nuevo tuvo que ser Cristiano Ronaldo el que solucionara el problema con su segundo tanto de la noche al rematar un centro de Fabio Coentrao desde la izquierda.
La imagen de fragilidad en defensa y el centro del campo merengue prevaleció tras el descanso, de tal manera que la presencia de Luka Modric, calentando en la banda, dio más tranquilidad a la grada que el tanto con que al minuto 53 Karim Benzema subió la cuenta merengue a tres después de llevarse a un par de defensas rivales dentro del área antes de fusiar a Wellenreuther.
Alivio momentáneo, pues el potencial goleador no compensó la fragilidad merengue de la media hacia atrás; tanto, que no pudieron conservar su ventaja más de dos minutos. Sané, que debutaba en Champions, dejó sembrado a Iker Casillas con una comba desde el borde del área grande después de darse el lujo de frenar unos instantes para medir el tiro. Como ocurriera dos veces ya, no había quien custodiara al joven de 19 años.
Ancelotti cumplió con su promesa; a falta de media hora envió a Modric y, de paso, a Marcelo. 114 días después de lesionarse con su selección, el croata volvía a aparecer con la titánica misión de rescatar a los suyos. No contaba el técnico italiano con la lentitud en la reacción de su defensa, pese a que había sido reforzada por Marcelo y Nacho, y la inspiración de Huntelaar, que de manera soberbia aniquiló a Iker con un disparo de frente al marco que rebotó en la parte interna del travesaño antes de pegar en el suelo dentro de la portería para poner el 3-4 en el marcador.
Oporto aniquiló al Basilea
Con cuatro tantos logrados desde fuera del área, los marcados por Yacine Brahimi (m.14), Héctor Herrera (47), Casemiro (56) y Vincent Aboubakar (76), el Oporto aniquiló al Basilea y obtuvo su pase a los cuartos de final de la Liga de Campeones.
Seis años después, «los dragones» del español Julen Lopetegui sellaron el pase a la ronda de los ocho mejores de la máxima competición europea con un abultado resultado en su feudo de Do Dragao después de haber empatado a un gol en la ida en Suiza.