El Gobierno brasileño anunció hoy que está «abierto al más amplio diálogo» con los sectores políticos y sociales que este domingo llevaron a más de un millón de personas a las calles para protestar contra la gestión de la presidenta
«Reconocemos el carácter democrático de las manifestaciones» y «reafirmamos que el Gobierno esta enteramente dispuesto al diálogo» con todos los sectores políticos y sociales, «los que lo apoyan y los que están en contra», declaró en una rueda de prensa el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo.
«La primera respuesta que se debe dar a unas manifestaciones es escucharlas. Hay que oír la voz de la calle y no importa si aplaude o abuchea al Gobierno», indicó Cardozo, quien junto al ministro de Minas y Energía, Eduardo Braga, informó sobre una reunión en la que Rousseff analizó la situación con sus más inmediatos colaboradores.
El ministro aseguró que la convocatoria a ese diálogo es hecha «con humildad», pues «es fundamental» para el país que «se superen las diferencias, se busquen las convergencias y se construyan las alternativas necesarias para actuar bien en los campos económico y político».