“Pensé que la mayoría opositora del Consejo Universitario (CU) de la Universidad Central de Venezuela iba a hacer a un lado su enfermiza conducta ‘política’ para prevalecer la sindéresis y el patriotismo ante las amenazas reales de Estados Unidos”
Fue patético, triste y miserable el silencio de la mayoría de los miembros del Consejo Universitario (CU) de la Universidad Central de Venezuela UCV). Fue tan sorprendente que me quedé sin palabras por momentos pero mi compañero, el profesor y ex asesor jurídico de la UCV Baldo Alesi, indignado, no aguantó y vociferó palabras que rasgaron el terrible ambiente del salón de sesiones pero no pudo romper el silencio de los 23 universitarios, incluyendo rectora, Vicerrectores, Secretario, Decanos y los 6 estudiantes. Sus caras con la mirada baja no aguantaban tanta vergüenza…
Ese 11 de marzo se realizó la primera sesión del CU después que se hizo pública la firma del presidente de EE. UU., Barak Obama, dando una orden ejecutiva de declarar el estado de emergencia a su país por la amenaza inusual y extraordinaria de Venezuela para la seguridad de su país. Afirmación que ha levantado el cólera de millones de patriotas venezolanos, e incluso, millones de latinoamericanos ante la arrogancia del imperio. Ingenuamente, pensé que la mayoría opositora de este cuerpo académico de la universidad se iba a hacer un lado su enfermiza conducta “política” para prevalecer la sindéresis y el patriotismo ante las amenazas reales que están pendiendo sobre las 30 millones de cabezas de venezolanos y venezolanas.
Pero sorpresa, cuando la rectora de esta universidad terminaba de dar el orden del día para la agenda de esa sesión pude ver que no se vislumbraba unas palabras, una reflexión, algo apropiado para estos momentos históricos que está viviendo el país, salió de mi ser proponer que “debido a que este cuerpo académico, la más alta instancia de la Universidad Central de Venezuela, institución del Estado, conformada por venezolanos y venezolanas, ante las reales amenazas del gobierno norteamericano contra nuestra nación, quiero proponer que discutamos para sacar un comunicado de rechazo ante tales amenazas. Es necesaria nuestra voz en estos momentos”. Así sencillas las palabras, salieron sin problemas, sin provocar ni herir susceptibilidades a nadie, limpias y diáfanas para lograr un consenso entre los presentes.
Pero, desde ese momento comenzó el zumbido del silencio, similar al de los corderos cuando van al matadero. La rectora habló a los presentes, expresando que “se realice una votación para saber si puede incluir a la agenda de hoy la discusión de un posible comunicado propuesto por el profesor Miguel Alfonzo”, previamente preguntando a la asesora jurídica, la abogada Mervin Ortega, si este era el procedimiento. Al reafirmarlo, se procedió a la votación y ahí fue cuando las sombras oscurecieron por completo a la Universidad refundada hace casi 200 años por el Libertador, quien tuvo que moverse en el panteón nacional, ante este rastrero momento.
Percibí con dolor únicamente dos manos levantadas a favor por la propuesta; la de mi amigo y camarada Baldo Alesi y la mía. Fueron dos manos dignas, bien levantadas, mirando a los ojos de los demás y ver si podía unirse por la patria. Pero nada, predominó el silencio y la vergüenza en ellos. Hubo una Decana que manifestó que ese era un “comunicado político y no académico” cuando escuchó las vociferaciones del profesor Alesi. Tuve que gritarle que dejara la hipocresía, que allí en ese CU han sacado cientos de comunicados políticos en contra del gobierno de Chávez y de Maduro.
Nada, quedó en acta de este hecho pro imperial. Nuevamente, este CU ha dado la espalda al país, ha violado su autonomía para defender intereses foráneos de una forma indirecta, Volvió los tiempos monárquicos cuando la Real y pontificia universidad de Caracas defendía a la Corona española.
Lo más cumbre es que 24 horas después en la sesión del Consejo Nacional de Universidades (CNU) el ministro de Educación universitaria y ciencia y tecnología propuso sacar un comunicado en contra las amenazas del imperio, y la mano de la UCV, representada por el vicerrector administrativo, ya que su Rectora no asistió (¿sospechando este momento?) la levantó para apoyar la propuesta…
Tomado de aporrea.org
Miguel Alfonzo